Lunes 10 de Noviembre de 2014 OPINIÓN Por Tali Goldman La verdadera interna que Massa quiere ocultar

La cuenta es simple y nadie se salva. Cuanto menos tiempo falta para las elecciones, más aumentan las internas dentro de los partidos políticos. El Frente Renovador está en ese camino y Zona Norte es ese terreno en donde se multiplican cada vez más. Ya es vox populi la pelea que enfrenta al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con la suegra y el yerno de Sergio Massa; lo mismo que en San Fernando, con el intendente Luis Andreotti. Pero hay una que la quieren esconder bajo la alfombra, porque lo tiene al propio Sergio Massa como protagonista o, mejor dicho, a su mujer, Malena: dentro del municipio de Tigre ya nadie oculta la batalla campal contra el actual intendente, Julio Zamora.

Si bien la pelea tiene larga data, explotó cuando en la última semana presentó la renuncia Alejandro Chavarría, el Secretario de Gobierno, es decir, la mano derecha de Zamora. “No me quiero arrodillar más, me cansé”, contó entre sus empleados, apenas salió de la oficina de su ahora ex jefe. Según confirmaron a El Argentino Zona Norte, la renuncia fue aceptada por el intendente, pero aún no se hizo pública oficialmente. Lo cierto es que Zamora tiene cada vez menos caja y menos peso político en Tigre a diferencia de Malena, que ostenta el cargo de Secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano, una oficina que tiene cada vez más presupuesto. “Somos una escribanía”, se descargó Chavarría, en alusión a la poca decisión política que tiene el intendente, dejando en claro que el que manda en el municipio sigue siendo el propio Sergio Massa a través de su esposa.

Crece la interna entre la esposa de Sergio Massa y el actual intendente de Tigre, Julio Zamora

“Las internas se lo están comiendo a Zamora”, confió a este diario una fuente cercana. Y nadie le augura un buen final, sobre todo porque ya oficializó su deseo de competir por la intendencia el año que viene, puesto que muchos aseguran, también lo quiere ocupar Malena.

La interna en la tierra madre del Frente Renovador es una bomba de tiempo. De a poco, comenzó a detonar. Pero nadie tiene dudas de que, a medida que se acerque el 2015, estallará en mil pedazos y más de uno resultará herido.