lunes, 24 de noviembre de 2014

EL CANDIDATO OFICIALISTA URUGUAYO VAZQUEZ ES AMPLIO FAVORITO ANTE LACALLE POU PARA EL BALLOTTAGE Un final de campaña sin sorpresas

Vázquez, fiel a su estilo tranquilo, se muestra en barrios y pueblos ante sus seguidores.

La falta aparente de opciones reales de triunfo para Lacalle Pou, que cuenta con entre 13 y 17 puntos menos que Vázquez en los sondeos, bajó los decibeles de la contienda. “Me dicen que cambie la cara”, dijo el candidato opositor.

Uruguay entró ayer en su última semana antes del ballottage, comicios que enfrentarán a Tabaré Vázquez y Luis Lacalle Pou y que se presentan descafeinados y sin sorpresas, con el candidato del oficialista Frente Amplio (FA) dominando las encuestas por un amplio margen.

La falta aparente de opciones reales de triunfo para el candidato del Partido Nacional, que cuenta con entre 13 y 17 puntos menos que Vázquez en los sondeos, hizo que apenas se note que el país vecino sigue inmerso en un proceso electoral. La situación contrasta con la vivida antes de la primera vuelta –el 26 de octubre–, cuando el bombardeo publicitario era constante y las actividades públicas proselitistas eran numerosas.

En aquella ocasión, la incertidumbre despertada por las encuestas que daban un bajo resultado al FA y abrían la posibilidad de que Lacalle Pou pudiera obtener la presidencia, alimentaron una campaña muy activa de ambos lados. Tabaré Vázquez obtuvo el 47,8 por ciento de los sufragios, los suficientes para garantizar una mayoría parlamentaria y quedar a las puertas de obtener la presidencia. Lacalle Pou fue el segundo candidato más votado con el 30,9 por ciento de los votos, menos de lo esperado, mientras que el líder del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, alcanzó el 12,9 por ciento de los sufragios.

Pese a que Bordaberry ofreció inmediatamente su apoyo y su voto a Lacalle Pou para el ballottage, la suma de los votos obtenidos por ambos es bastante inferior a la de Vázquez, lo que obliga a Lacalle Pou a no sólo mantenerlos sino a conseguir el apoyo de todos los simpatizantes de otros partidos menores –muchos de ellos más cercanos a Vázquez que a los nacionalistas– y de la mayoría de los indecisos, una tarea prácticamente imposible.

Es más, durante estas semanas posteriores a la primera vuelta ha sido Vázquez el que ha conseguido resquebrajar la postura del Partido Colorado y mantuvo varias entrevistas con dirigentes de esa agrupación, que gobernó Uruguay durante casi 180 años, y quienes a su vez anunciaron que no votarían por Lacalle Pou.

Con notablemente menos entusiasmo que en la primera vuelta, Lacalle Pou ha reconocido que su campaña lucha “contra la matemática” y ha centrado sus esfuerzos en viajar al interior del país y advertir contra posibles “radicalizaciones” del FA si éste alcanza un tercer gobierno consecutivo. En una entrevista publicada ayer por el diario El País –medio abiertamente afín al candidato conservador–, Lacalle Pou se sinceró. “Mi cara es muy transparente; generalmente lo que siento se nota en mi semblante. Por eso muchos me dicen: ‘Bo, tenés que cambiar la cara’. Lo que yo tengo en la cara es lo que siento. Cuando me escuches hablar de lo que hicimos, de lo que construimos, vas a ver una cosa. Cuando me escuches hablar de posibilidades y de matemática, vas a ver otra cosa”, dijo.

En cualquier caso, el hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) afirmó que el camino recorrido hasta el momento es “cien por ciento positivo”, tanto por el crecimiento de su figura política como la de su sector, a la vez que dijo que no harán autocrítica hasta haber pasado el ballottage. Lacalle Pou hizo una campaña “por la positiva”, esto es, evitó confrontar con sus rivales, mostrándose desideologizado.

En tanto, Vázquez, fiel a su estilo tranquilo, se ha limitado a mostrarse en barrios y pueblos ante sus seguidores y defender largamente los éxitos obtenidos en el pasado por su coalición de centroizquierda, tanto bajo su gobierno (2005-2010) como en el de José Mujica (2010-2015).

El próximo 30 de noviembre, 2,6 millones de uruguayos están convocados a las urnas para elegir, con sufragio obligatorio, al futuro jefe de Estado, que recibirá el mando presidencial de manos de Mujica el 1º de marzo de 2015.

24/11/14 Página|12

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