Estudios recientes de la OMS alertaron que los casos podrían superar
los 20.000 en cuestión de cinco a seis semanas, si no se refuerzan de forma
inmediata las medidas para controlar la epidemia. Ante esta
alarma internacional, MI Club Tecnológico consultó al médico sanitarista Jorge
Pompei, quien analiza el impacto esta epidemia a nivel mundial.
Los expertos ya lo habían pronosticado hace meses: la epidemia de ébola se
expande sin control y el último balance realizado por la Organización Mundial de
la Salud (OMS) detalla que el número de personas muertas a causa del virus en
África occidental ya supera las 3.000 en lo que va del año. Se estima que esta
enfermedad mata a más de 200 personas al día, dos tercios de ellas mujeres.
Por ahora, la enfermedad se mantiene concentrada en Liberia, Guinea y Sierra
Leona, donde la cifra de infectados se calcula en 6.500. Los gobiernos de estos
países adoptaron medidas sumamente severas, como cerrar las fronteras o declarar
en cuarentena provincias enteras. Sin embargo, no pueden detener la propagación.
Sus débiles sistemas sanitarios, carentes de médicos, enfermeras y equipos, se
ven sobrepasados por la epidemia.
Si bien Argenta está lejos de África, el médico sanitarista del hospital
Argerich, doctor Jorge Pompei, se refirió a las posibilidades de contagio de
esta nueva epidemia: “En la actualidad, el ébola reporta casos en más de un país
y se entiende que es una epidemia en crecimiento. Todo está relacionado con
medidas de prevención que son difíciles, pero muy importantes. Con el traslado
de población a través de los aeropuertos, una enfermedad puede desarrollarse
rápidamente en cualquier parte del mundo. Cada vez menos se van a encontrar
problemas circunscriptos a un área. Hoy en día, por la interconexión que existe
en el mundo, las enfermedades tienen una difusión muy importante”, aseguró el
especialista.
El virus del ébola se propaga a través del contacto con los órganos y fluidos
corporales tales como sangre, saliva, orina y otras secreciones de las personas
infectadas. Es una enfermedad infecciosa, altamente contagiosa y muy grave, que
afecta tanto a seres humanos como otras especies de mamíferos. Los primeros
síntomas incluyen la aparición repentina de fiebre, debilidad, dolor muscular,
dolores de cabeza y dolor de garganta. Más tarde progresan a vómitos, diarrea,
alteración de la función renal y hepática, y sangrado interno y externo.
Durante este año surgió el mayor brote de ébola, afectando inicialmente a
Guinea. Sierra Leona, Liberia y Nigeria fueron afectados posteriormente. Ante
este panorama, la OMS decretó la situación como “emergencia pública sanitaria
internacional” y recomendó medidas para detener su transmisión en medio de la
expectante preocupación mundial ante el riesgo de pandemia global. El organismo
solicitó que los países donde se habían detectado afectados declarasen la
emergencia nacional.
Ante el contexto sanitario mundial, Pompie reflexionó: “La sensación de temor
entre la gente se difunde muy rápido. Es fundamental estar informados. Tenemos
que tomar medidas pero no debemos alarmarnos. Debe haber controles sanitarios en
lugares como aeropuertos, pero no es beneficioso alarmar a la población”.
“Ya no existen sociedades que puedan tener un problema y que este no afecte a
otras. Nos debe interesar el bienestar general, más que estigmatizar a cierta
población. Es necesario pensar de qué manera mejorar las condiciones de esos
lugares porque, si hay un problema, tarde o temprano llegará a otras zonas”,
recalcó el especialista.
Por otro lado, el doctor Pompei afirmó que el sistema sanitario argentino
está en período de preparación para una posible pandemia e hizo hincapié en que
estas enfermedades deben llamarnos a la reflexión “desde un aspecto sanitario y
como sociedad”.
En este sentido, particularizó en el sistema de salud pública de la Ciudad de
Buenos Aires y aseguró: “Nosotros vemos que, en los últimos tiempos, hay un
aumento en la demanda de la población y esto no es satisfactoriamente resuelto
por el hospital”. Recalcó además que, muchas veces, esa demanda crece debido a
la afluencia de pacientes que llegan desde la provincia para atenderse en la
Ciudad.
En ese marco, analizó: “Existe una necesidad creciente de trabajar, no tanto
en el hospital, sino en las áreas barriales, que son cubiertas por los centros
de salud. El grueso de las problemáticas que se presentan se pueden resolver
perfectamente en lugares de menor complejidad aparatológica y no necesariamente
en el hospital”.
“Es importante lo que hacen los centros de salud respecto a los programas de
prevención y promoción en la población. Allí es donde hay que hacer hincapié”,
destacó el doctor Pompei. Aseguró además que, para resolver la demanda
creciente, “es más inteligente pensar en qué hacer para que la demanda
disminuya, y eso sucederá si no se presentan patologías que pueden ser
prevenidas”.
Por último agregó: “No se trata solamente de tener mejores condiciones de
vida, como tener agua potable o un adecuado sistema de cloacas, sino de adoptar
ciertos hábitos y conductas. Por ejemplo, una cosa es que haya una adecuada
recolección de residuos y otra es que los ciudadanos nos acostumbremos a sacar
la basura en los momentos indicados y con la disposición más higiénica posible.
La prevención apunta a advertir las diversas conductas y, eventualmente,
modificarlas. A partir de eso, se generan impactos importantes”.
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