jueves, 9 de octubre de 2014

EL JUICIO POR LA REPRESION DE DICIEMBRE DE 2001 El interior de la sala de situación

Por Ailín Bullentini
Una testigo complicó al ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos en el juicio que se le sigue a él, a otros uniformados y al ex secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, Enrique Mathov, por las muertes y los heridos que provocó la represión del 20 de diciembre de 2001. La policía Cintia Figueroa aseguró ayer frente al Tribunal Oral Federal Nº 6 que, aquel día, Santos ordenó en la sala de situación de la Dirección de Operaciones (DGO) de la Federal el desalojo de la Plaza de Mayo y la detención de manifestantes. Su entonces colega Karina Agostini aseguró oír lo mismo.
Aunque la lista de citaciones prometía las declaraciones de seis testigos, sólo la mitad se concretaron. Figueroa estuvo aquel 20 de diciembre desde temprano en la sala de situación. Ese día trabajaría escuchando las modulaciones entre las autoridades de ese sitio y los oficiales jefes en servicio de calle y transcribiendo lo más fielmente posible aquellos diálogos para luego emitir partes informativos. También atendería el teléfono y estaría atenta a las pantallas de televisión: algunas mostraban las cámaras de la Federal, otras, los noticieros.
La sala de situación “se llenó de gente” desde temprano, contó. Ella trabajó bajo las órdenes del jefe de guardia, Oscar Passi, encargado de emitir las modulaciones. También estuvieron el entonces titular de la DGO, Norberto Gaudiero, y Santos. El hoy ex superintendente de la zona metropolitana, Raúl Andreozzi –imputado en el juicio–, “iba y venía”. “No eran las 10” cuando oyó a Santos ordenar el desalojo de la plaza. “Me acuerdo bien porque pasó delante mío, se paró frente a las pantallas de televisión y ordenó detener a personas que estaban en la plaza manifestándose y desalojarla”, puntualizó. También aseguró que por las imágenes que vio en la sala se enteró de que aquel día hubo heridos.
Además de complicar a Santos, la declaración de Figueroa pone en aprietos a Mathov, quien en su indagatoria aseguró que Santos lo mantuvo informado “todo el tiempo” de lo que ocurría aquellos días de crisis y represión y que no se enteró de la existencia de gente herida hasta entrada la noche del 20. Si Figueroa se enteró por la televisión de los heridos, ¿Santos no? ¿O sí, pero se lo ocultó a Mathov? ¿O no le ocultó nada?
Agostini declaró ante el TOF que aquel 20 de diciembre no debía trabajar, pero que se acercó “espontáneamente para dar una mano”. Reconoció a Passi, Gaudiero, Andreozzi y Santos en la sala de situación y le confesó al tribunal que le oyó a este último dar la orden de desalojar la plaza vía Cronos –una vía de comunicación interna de la que no quedan registros–. El paso del tiempo fue mucho más dañino para Olga del Valle Garnica, que en 2001 se desempeñaba en la misma posición que las otras dos policías: ayer recordó poco y nada del 19 de aquel diciembre.

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