jueves, 23 de octubre de 2014

ECONOMIA › SALDO COMERCIAL FAVORABLE, PESE A CAIDA DE EXPORTACIONES Los granos ya no pesan en la balanza

 Por Federico Kucher
La balanza comercial de septiembre computó un superávit de 404 millones de dólares, lo cual representa una merma del 43 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, mientras que en lo que va del año el intercambio con el exterior registró un excedente de 5790 millones, para caer 12,4 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. La contracción de la balanza comercial se explicó principalmente por el flojo desempeño de las exportaciones del campo. Los despachos de maíz entre enero y septiembre fueron 3000 millones de dólares menos respecto de los de 2013, cifra equivalente a la pérdida de reservas del Central en los primeros nueve meses del año. En cuanto a las importaciones, anotaron una caída por el menor movimiento económico.
Las exportaciones sumaron 6016 millones de dólares en septiembre, al bajar 12 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Los productos primarios registraron las mayores caídas, al descender 21 por ciento. A su vez, las manufacturas de origen agropecuario mermaron 11 por ciento, los productos de origen industrial 11 por ciento y los combustibles, 17 por ciento. En el detalle por rubro, se destacó la venta de oleaginosas (soja) por 244 millones de dólares, con una caída del 64 por ciento, y de vehículos automotores por 758 millones de dólares, con una disminución del 14 por ciento.
El comportamiento especulativo del complejo agropecuario fue uno de los principales factores para explicar esta floja performance de las exportaciones. El informe del Indec precisó que en los primeros nueve meses del año las ventas de maíz ascendieron a 2768 millones de dólares, cuando habían sido de 5543 millones de dólares en el mismo período del año pasado, lo cual arrojó un pérdida de divisas de 2775 millones. Si hubieran ingresado estos dólares, las reservas del Central sumarían más de 30.000 mil millones de dólares. La producción de maíz de este año sumó 33 millones de toneladas, contra las 32,1 millones de toneladas de la campaña 2013. La clave de la merma en las exportaciones fue que se embarcaron para exportación sólo 12 millones de toneladas, cuando habían sido 16 millones el año pasado. La caída del 20 por ciento en el precio del maíz potenció la pérdida de divisas.
Además de las maniobras de especulación del campo, la desaceleración del comercio a nivel regional y mundial fue otro de los elementos centrales para explicar la contracción de los despachos argentinos. Uno de los últimos informes de la Cepal, entidad que depende de Naciones Unidas, precisó que “las exportaciones de América latina y Caribe registraron tres años consecutivos de estancamiento”, con una variación positiva del 1,6 por ciento en 2012, del 0,2 por ciento en 2013 y del 0,8 por ciento en 2014 (estimado). Las cifras requieren observar que las exportaciones regionales en 2011 y 2010 avanzaron a un ritmo del 25 por ciento interanual.
En lo que refiere a las importaciones, alcanzaron a 5612 millones de dólares en septiembre, cuando habían sido de 6130 millones de dólares en 2013. La caída resultante ascendió al 8 por ciento. La desaceleración de la economía en lo que va de 2014 fue un factor central para explicar la merma de las compras al resto del mundo. El crecimiento de la demanda agregada pasó del 3 por ciento en 2013 a una variación cercana a cero este año, lo cual generó una menor compra de bienes provenientes del exterior.

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