jueves, 11 de septiembre de 2014

El vagón argentino Luego de 30 años, Fabricaciones Militares vuelve a producirlo en el país.

El vagón argentino
Luego de muchos años de espera, los productos de esta tierra serán llevados de un lado a otro, sobre rieles, a bordo de otro logro de la industria nacional. La noticia es el vagón argentino, que se construirá gracias a una iniciativa que se puso en marcha el último 28 de julio, cuando Fabricaciones Militares (FM), un organismo estatal que fue histórico protagonista del desarrollo de la industria argentina, firmó un convenio con Belgrano Cargas y Logística, la empresa pública de transporte ferroviario de mercancías, para proveerlo con algo que hace décadas no se producía en el país: 1050 vagones de carga, de diseño y fabricación nacional, por un monto de más de 972 millones de pesos.
"La importancia de esta nueva producción tiene varios motivos, pero no hay que dejar de lado que, en la Argentina, un vagón nuevo de estas características hace prácticamente 30 años que no se fabrica", resume Santiago Rodríguez, secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, además de titular de Fabricaciones Militares. Los nuevos vagones nacionales que recibirá la empresa pública que actualmente opera las principales líneas ferroviarias cargueras del país no corresponden a un único modelo, sino a tres: serán 50 vagones Tolva Granero, 400 Plataforma porta-contenedor y 600 Espina porta-contenedor.
Los modelos Plataforma y Espina tienen una gran flexibilidad y se adaptan a los estándares de multimodalidad según lo que rige actualmente la circulación de cargas, al permitir el transporte de contenedores y, en el caso del primero, llevar también otras cargas como durmientes, rieles y bobinas de acero. Además de su gran capacidad de carga, su diseño tuvo en cuenta las vías nacionales: al ser ambos multitrocha, admiten operar con los distintos anchos de vía del país y, de esta manera, pueden circular tanto por la red del Belgrano como por el ferrocarril San Martín o el Urquiza.
El vagón Tolva Granero, por su parte, se adapta al ancho de trocha angosta y se destaca por tener una pendiente en el techo estructural que evita la condensación y resguarda la cosecha transportada, así como por la optimización de los procesos de carga y descarga de granos, que reduce tiempos y costos. Tiene capacidad para movilizar unas 45 toneladas de granos.
Si uno de los valores más importantes del desarrollo de estos vagones es la optimización del transporte de cargas, adaptándolo desde la técnica a las vías y usuarios argentinos, otro fundamental se refiere al conjunto de la industria nacional. Así lo explica Rodríguez: "Cuando uno compra un equipamiento diseñado en el exterior, lo normal es que la autoridad del diseño haga uno acorde a su realidad y su ambiente, donde están sus pymes, sus institutos técnicos, sus materias primas y sus tecnologías. Entonces, puede pasar que, cuando se quiera sustituir importaciones de un componente, no se pueda porque no existe alguno de esos factores en el propio país. Esa es una de las ventajas de ser autoridad del diseño: desde el día cero, nosotros estamos pensando en optimizar la integración nacional y considerando la posibilidad de seguir fabricando en la Argentina en el futuro."
El diseño de los vagones de FM comenzó hace casi tres años y su construcción está estipulada en función de un cronograma previsto para los próximos dos. Lo notable, sin dudas, será la importancia que tendrá para el propio organismo dependiente del Ministerio de Defensa, que, desde su creación en 1941, pasó de ocupar un lugar relevante en el desarrollo de las industrias estratégicas de la Argentina a ser fuertemente desarticulado y desintegrado durante las políticas neoliberales de los '70 y los '90.
Igual o mayor valor simbólico tendrá para el país, al tratarse de un proyecto que no supone simplemente aportar a la recuperación del ferrocarril, sino volver a producir para ese sector estratégico. "Para la industria ferroviaria argentina –celebra Rodríguez– esto significa volver a fabricar y, además, hacerlo con un diseño propio. Pero no se trata sólo de volver a fabricar: es también volver a armar todo un entramado institucional de conocimientos que se había destruido. Esa reconstrucción, hoy nos permite hacer estos vagones. Y quizás, en unos años, nos permita hacer otras cosas."  «

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