sábado, 13 de septiembre de 2014

EL PAIS › ANDRES LARROQUE EXPLICA LOS OBJETIVOS DEL ACTO DE LA CAMPORA QUE SE HARA HOY EN ARGENTINOS JUNIORS “Hay miles comprometidos con el futuro”

Por Julián Bruschtein
“Cuando uno dice irreversible, está diciendo que hay un piso de conquistas y de logros que deben ser irreversibles. Es una apelación a la conciencia de la sociedad: los derechos adquiridos debemos hacerlos irreversibles.” La declaración pertenece al secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, a horas de reunir al kirchnerismo en el estadio de Argentinos Juniors. En su despacho del Congreso, rodeado de fotos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus compañeros de agrupación, Larroque explica en diálogo con Página/12 que “hay que dejar bien claro que todos estos avances no son algo de ocasión o gracioso, han costado mucho y fueron realizados en un contexto de país que venía del infierno”, y que la recuperación de la política como herramienta de transformación que lleva una “pelea y discusión con los sectores de poder hoy se lleva adelante con alegría”.
–¿De qué forma se puede definir al kirchnerismo?
–No es sencillo hacerlo en palabras. Creo fundamentalmente que el gran acierto de este proyecto fue demostrar que a través de la política se puede transformar para mejor la vida de un pueblo desde todo punto de vista. A partir de esta idea se sienten convocados muchos sectores, en una amplitud muy abarcativa. Incluso con matices importantes, pero donde lo central es la capacidad de conducción de la Presidenta. Recuerdo que en el acto de Huracán, en el 2011, en su discurso dijo que no había que preguntarle a la gente que se suma de dónde viene, sino qué es lo que quiere como país. Esa capacidad de convocatoria, más allá de las posibles diferencias, hace del kirchnerismo un espacio abierto en el que prevalece la idea de justicia social.
–¿Qué se va a expresar en el acto en Argentinos Juniors?
–Lo que tratamos de hacer a lo largo de los años posteriores de aquel 2010 fue siempre recordar con un hecho político aquel acto en el Luna Park, porque para nosotros significó un punto de inflexión en lo que significa la construcción militante, la construcción generacional y de los sectores juveniles. No sólo hacia adentro de estos sectores, sino porque entendemos que fue un aporte para la política en general y fundamentalmente para nuestro proyecto político. Además, porque fue un acto que tuvo una carga emotiva muy fuerte por cómo fue concebido y cómo se desarrolló, porque el autor intelectual fue Néstor Kirchner. Nosotros teníamos la idea de generar un hecho político, pero Néstor fue, con esa voluntad que tenía él de siempre estar en todos los detalles, el que nos arengaba, nos empujaba, nos hacía sus típicas bromas y chicanas. Nos desafiaba en el buen sentido, para generar lo que entendía que necesitaba la política argentina: mostrar algo que estaba latente, como la participación juvenil de muchas organizaciones de distintos sectores y perfiles, bajo la percepción en ese momento de sectores muy movilizados. El acto del Luna Park fue un punto de inflexión de eso y las jornadas tristes de octubre fueron contundentes en ese sentido.
–Pasaron cuatro años desde aquel acto en el Luna Park. ¿Hay un balance de lo actuado en este tiempo?
–Cristina habló de la Juventud Peronista del Bicentenario y creo que se pudo consolidar un sector de la política que se siguió desarrollando. Es importante rescatar esto, porque si año a año pudimos recordar aquel acto y hoy lo vamos a hacer con un hecho tan masivo (esperan más de cincuenta mil personas) es porque se siguió construyendo. Esperemos poder demostrar, más allá de lo que se hace cotidianamente desde la militancia territorial, lo que hacen los compañeros que trabajan en la gestión, desde todos los compañeros que aportan desde su puesto de lucha, poder mostrar que hemos cumplido con el legado de Néstor y que cumplimos y reafirmamos nuestro compromiso con Cristina como conductora del movimiento nacional y popular. Entonces, el acto centralmente va a ser de apoyo a Cristina, de apoyo al proyecto político, pero con un fuerte anclaje en el recuerdo de aquel hecho del Luna Park que es una fecha que nos simboliza y nos convoca.
–¿La convocatoria es de La Cámpora o es abierta?
–Convoca La Cámpora y, por supuesto, lo hace en el marco de Unidos y Organizados y el Frente para la Victoria, que es nuestro lugar de pertenencia. Se hace en el marco de lo que son los plenarios de la militancia y lo que fue el del Luna Park de Patria o Buitres. Porque estos encuentros de los militantes se hacen constantemente y muestran la efervescencia de la militancia. Esto es paradójico si tenemos en cuenta que arrancamos este año con la derecha hablando de fin de ciclo, y lo que demuestra esto es todo lo contrario, gran vitalidad y gran pujanza.
–Desde las elecciones legislativas del año pasado que la oposición habla de “fin de ciclo”. ¿Cómo ve a su espacio político más allá del 2015?
–Cuando se tiene la capacidad de seguir convocando a los jóvenes y de hacerlos protagonistas es porque existe una gran vocación de futuro. Es decir, los jóvenes no participan en un lugar que está anclado en el pasado o que está anclado en las cuestiones estáticas que no tienen que ver con seguir dinamizando las transformaciones. Cuando uno dice irreversible dice que hay un piso de conquistas y de logros que deben ser irreversibles. Y por otro lado es una apelación a las conciencias de todos: debemos hacerlas irreversibles. Nadie dice que per se sean irreversibles. La historia de la Argentina demuestra que otros proyectos populares han retrocedido por el accionar de los sectores de poder, de las oligarquías y de las minorías que buscan siempre recuperar sus privilegios a costa de las mayorías, entonces tenemos la obligación de hacer que estas conquistas sean irreversibles y saber que no son logros de ocasión o graciosos, han costado mucho y fueron realizados en un contexto de país que venía del infierno, de la peor crisis de su historia en todo sentido, de una enorme crisis cultural, y por eso lo más difícil fue recuperar la autoestima como pueblo, como Nación.
–¿Y cuál es la proyección a futuro?
–Como decías, éste es un proyecto político al que le ponen fecha de caducidad desde el momento mismo en el que se inició. Y eso es porque, desde que empezó, este modelo le molesta al poder y nosotros rescatamos esta idea de que la recuperación de la política tiene que ser para el pueblo y debe ser algo irreversible. Y en este marco ir generando y consolidando las formas de organización que jerarquicen la práctica política. Por eso, cuando uno mira los primeros momentos del proyecto nacional y ve cómo estamos hoy, se nota no sólo que se han sumado los sectores juveniles de manera notoria y que existe una pluralidad de sectores, sino que además fueron cambiando las consignas, son más elaboradas, la estética, la forma de organización de las movilizaciones. Se ha crecido en todo sentido y esto muestra la proyección que tenemos como fuerza política que se opone fundamentalmente a ir hacia atrás con el Estado puesto a disposición del conjunto del pueblo, al que acompaña una militancia que busca organizar la base social para conectar al pueblo con ese Estado que busca involucrarse, que no es un Estado como el de los ’90, que tenía una actitud prescindente hacia el pueblo y condescendiente hacia los poderosos.
–Ya definió al kirchnerismo. ¿Cómo definiría a su fuerza política dentro del espacio K?
–Vamos a mostrar el aporte de que aquí hay una generación que tiene su humilde expectativa en el futuro y que la va a defender con absoluta racionalidad. Porque también eso es algo que queremos destacar, quizá muchas veces los discursos son inflamados y se cargan de un sentido épico y después no se trasladan a las realizaciones. Preferimos la épica de la racionalidad que después se concreta en realizaciones para nuestro pueblo que son palpables. Por eso cuando hablan de relato nos preguntamos de qué relato hablan, porque acá todos los logros se pueden tocar, se puede percibir y palpar la realidad del pueblo. Queremos defender las conquistas y mostrar que hay miles y miles de pibes y pibas que están comprometidos con el futuro y que viven la política con alegría. Hoy la política se puede vivir con alegría porque es una herramienta que permite transformar la vida de la gente que no está exenta de las peleas y dificultades y contingencias a las que nos someten los grupos de poder, pero toda esa pelea y discusión se lleva adelante con alegría.

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