domingo, 14 de septiembre de 2014

14 SEPTIEMBRE 2014 República de La Matanza

Mariano Zamorano


Partiendo del slogan La Matanza Avanza y los spots de Fernando Espinoza –intendente y titular del PJ de la provincia de Buenos Aires- existe un variopinto de narrativas que tienen su foco en la actualidad del municipio más populoso de la provincia de Buenos Aires. Recientemente emitida por Canal Encuentro, la serie La Matanza, la historia fue un poco más allá de la guerra de relatos, e hizo foco en la génesis y los distintos procesos históricos de un partido inabarcable. Entre otras cosas, la serie dejó el testimonio de un grupo de escritores, periodistas, historiadores y sindicalistas que plantearon la necesidad de contar con una voz propia más allá de los retratos desde el corazón de la marginalidad. A continuación, un conjunto de trabajos de los últimos años centrados en el municipio que intentaron echar por tierra los clásicos estereotipos.
Noticias del último mes de La Matanza: cambios en la cúpula de la jefatura policial (en ocho meses hubo 39 homicidios), y la captura de una banda dedicada a robos (compuesta por tres subcomisarios y cuatro agentes de la Policía Bonaerense, también acusados de secuestrar personas con antecedentes penales y cobrarles una coima para no falsificar una causa penal en su contra o directamente desvincularlos), se mezclan con el arribo al Frente Renovador de la ex Gran Hermano Rocío Gancedo –de la mano de Miguel Saredi-, y Panam animando el Día del Niño. A un título de “Territorio castigado por los delitos” le siguen comments que juegan con “la Argenzuela” y señalan con el dedo acusador a la tradición peronista del municipio. Desde este lado, La Matanza es una galería de millones de freaks y zombies dispuestos a jugar ad eternum un todos contra todos en un territorio salvaje. La pregunta reflejo es: ¿desde qué otras perspectivas se puede abordar a uno de los municipios más complejos de la provincia de Buenos Aires?
Punto de equilibrio
2 millones de habitantes, 325 km2, 16 localidades, los tres cordones del conurbano, la quinta provincia”, anunciaron las placas que dieron comienzo a los capítulos de La Matanza, la historiala serie que emitió Canal Encuentro y que repasó los orígenes del municipio, su composición a través de los asentamientos, barrios, producción y actividad cultural, y distintos procesos históricos (la ciudad obrera de la década del 40 y el subsiguiente proceso de desindustrialización de mediados de la década del 70, que en menos de 30 años redujo de 12 mil a 4 mil el número de industrias-), y que se complementaron con una gran variedad de testimonios que otorgaron originalidad y una forma más que interesante de abordaje del territorio.
A lo largo de 13 capítulos (disponibles en el sitio web del canal), La Matanza, la historiaenfrentó el difícil desafío de lograr un equilibrio entre el “otro día de buenas notis” y las “calles salvajes” propias del formato televisivo utilizado para retratar al Conurbano, y a la vez dejó flotando como interrogante los espacios disponibles para contar historias territoriales del otro lado del mostrador, que sin llegar a convertirse en un relato edulcorado y monótono, contengan la voz propia de protagonistas.
El mapa y el territorio
Con un promedio de 3 mil partos anuales, emblema y representante de la fragmentación del sistema de salud bonaerense que improvisa en el día a día la necesaria articulación entre los centros de primer nivel de atención y los hospitales, el Hospital Paroissien es uno de los más importantes de la provincia de Buenos Aires. Conocido como “hospital de trinchera”, está ubicado en Isidro Casanova, y fue el escenario elegido por Leo Oyola en el desarrollo de su novela Kryptonita. “Para bien o para mal el Paroissien es el hospital de nosotros. Tuve muchas cosas en Casanova y es muy loco porque a pesar de que allá es hiperpopuloso, un poco está esa lógica de pueblo en el que te terminás conociendo con médicos y pacientes. Me di cuenta de que tenía que ser el escenario. Cuando empecé Kryptonita hacía como 3 años que vivía en Capital y, al igual que Gólgota, son novelas que no podría haber escrito estando allá porque lo hubiera hecho desde la exaltación y el orgullo”, dice Oyola, quien estuvo a cargo de la narración en off y protagonizó el último capítulo de la serie emitida por Canal Encuentro.
Kryptonita está ambientada en una noche de guardia de junio de 2009, en donde un médico nochero y una enfermera deberán hacer malabares para salvar a Nafta Súper, líder de una banda de la zona herido de muerte. En el medio del relato se incluyen las pujas entre las facciones de la barra de Almirante Brown, el Jesse James, y un enfrentamiento entre los amigos de Nafta Súper y la Policía siempre a punto de estallar. El libro tendrá su versión cinematográfica en la que participarán Diego Capusotto, Pablo Rago y Juan Palomino, y que arrancará a filmarse en diciembre. “Nosotros somos escritores de ficción, pero por más que sea ficción un asidero de verdad tiene que existir, y ese asidero nos lo da nuestra experiencia de haber estado ahí. Uno trata de ser muy respetuoso, pero calculo que si leo algo con un error, que hablen desde la nomenclatura me jodería un poco y está piola poder contar desmitificando un poco. Quieras o no todo lo bueno y todo lo malo que tiene La Matanza estaban ahí desde que yo tengo memoria. Lo lindo es que exista una voz matancera y con Juan Diego Incardona hemos tenido la suerte que en algún momento le tocará a otros”, opina Oyola
Sobre la base de investigación sociológica, Ariel Wilkis, director de la carrera de Sociología de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), publicó en 2013 Las sospechas del dinero, en donde defendió la tesis del rol central que ocupa el dinero en las clases populares. En este sentido, La Matanza fue uno de los lugares principales en los que Wilkis se abocó durante los seis capítulos del libro (en los que incluyó el estudio del funcionamiento de una cooperativa de reciclado de basura, la urbanización y el crédito en distintos lugares del municipio). “No elegí a La Matanza y no elegí investigar el mundo popular, sino que la sociología de los últimos 30 años se ha interesado de manera central en ese mundo popular y construyó al Conurbano bonaerense como una vía de entrada. Ese interés previo fue delimitando mi interés. La Matanza –como también Quilmes- tiene una red organizativa de todo tipo (religiosa, social-barrial, de movimientos sociales y cooperativas) muy fuerte que sirve como puerta de entrada a los investigadores. No es únicamente porque es un partido de un tamaño equivalente a una provincia, por sus niveles de pobreza altísimos o la desindustrialización feroz de los 70 para adelante”, dice Wilkis, y luego señala la dificultad de las narrativas habituales para abordar la circulación del dinero en las clases populares, que en la mayoría de los casos aparece sospechosa de origen ilícito o de consumo no legítimo. “Poder describir cierto universo particular a través del dinero y ver cómo todos los universos sociales por los que transitan las personas puedan ser descriptos a través de diferentes piezas de dinero, fue un poco el interés de mi libro”, dice y, en un plano diferente a esa sociología del dinero y el mundo popular, reconoce la importancia de los trabajos de Denis Merklen y Virginia Manzano para comprender el proceso de transformación de La Matanza de los últimos 30 años.
La TV ataca
En el formato audiovisual, TV Matanza Cultural (TVMC) es una emisora y productora de contenidos comunitarios (www.tvmatanzacultural.com.ar) que apunta al uso social de internet para lograr un alcance masivo. Reconocida desde 2011 como cooperativa de trabajo, TVMC se presenta con el objetivo principal de generar contenidos locales propios. “Si bien el formato del discurso quizás sigue siendo el hegemónico (formas de filmar, editar, presentar), los contenidos son netamente locales. Es lo local contado por nosotros mismos y creo que hay una diferencia enorme con el discurso hegemónico. Mostramos que, por ejemplo, La Matanza no son pibes chorros con gorrita y pantalón deportivo que escuchan cumbia, sino que La Matanza es un crisol que junta a la cumbia, el tango, folklore, y que forma una especie de caleidoscopio cultural, que va formando matices cada vez más enriquecedoras”, dice Martin Biaggini, integrante de la productora.
Autor del libro Historia de Villa Celina y sus barrios vecinos, Biaggini reconoce al escritor Juan Diego Incardona como uno de los escritores que pudo narrar al municipio desde adentro. “En sus cuentos, aparecen las vivencias y las formas de ese barrio que él vivió. Yo llamo a su estilo surrealismo peronista y lo que relata en sus cuentos, yo lo relato desde la historia: contamos lo mismo, con recursos y estilos diferentes. Sus ficciones son reales”, dice.
No creo que exista una sola idea o mirada del mundo. La serie La Matanza, la Historiamuestra otra Matanza. Da otra mirada de este mundo, de sus barrios, sus asentamientos, y creo que ahí radica lo bueno de la serie”, dice Biaggini. “El enfoque que se le suele dar al municipio y a todo el Conurbano es periférico desde todo el sentido de la palabra. Esta visión se encarga de establecer y legitimar qué es una creación artística, cuáles son los bienes simbólicos que deben circular, y hasta cómo se deben contemplar, para luego establecer redes de dependencia vinculadas al mercado y las industrias culturales. El Conurbano y La Matanza, y todo lo que aquí producimos, creamos, expresamos, carecen de esa legitimación. Creo que estamos lejos de esa Aldea Global que estaba de moda en los 90 y que reconocer los matices enriquece la mirada. Y creo que hoy tanto la Matanza, como todo el conurbano, comienzan a mostrar esos matices”.
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Samid literato
El libro La historia de La Matanza fue una de las plataformas que en 2007 utilizó José Alberto Samid para su candidatura como intendente del municipio (elecciones en las que cosechó un magro 3%, y que tuvieron como ganador con más del 50% de los votos al actual intendente, Fernando Espinoza). “Mientras algunos dirigentes –y hasta un presidente de la Nación- toleran burlas y hasta humillaciones con tal de aparecer en un programa de televisión, Samid no vaciló en plantarse frente a un conductor que pretendía menoscabarlo, provocando uno de los episodios más comentados del medio televisivo”, se presentó en la ficha de autor al actual vicepresidente del Mercado Central.
En lo que fue su segundo libro (sucesor de La historia de la carne), Samid identificó al municipio como escenario de acontecimientos ligados a la historia grande del país, mientras que lo definió como un “baluarte del peronismo” recordando que los sucesivos intendentes desde el retorno de la democracia en 1983 fueron Federico Russo, Héctor Cozzi, Alberto Balestrini y Fernando Espinoza. Por otra parte, dedicó un capítulo entero a los personajes territoriales, entre los que destacó al poeta Pedro Palacios (Almafuerte), a Daniel Scioli (“un ganador nato a la medida que necesita la provincia de Buenos Aires”), al pintor Juan Carlos Castagnino, Gregorio de Laferrère, Tomás Liberato Perón (médico y abuelo de Juan Domingo), Pinky (“no es peronista, pero es una diosa y ¡es matancera como nosotros!”) y María Elena Walsh.
Tras una primera parte con un repaso de los lugares centrales del municipio (Mercado Central, Universidad Nacional de La Matanza y simbología y escudos de las localidades), finalmente el rey de la carne lanzó sus propuestas. La historia de La Matanza –hoy inhallable- cerró con sus 20 verdades (en donde se incluyó canasta familiar, carne para todos, seguridad para todos los vecinos, no más ciudadanos de segunda y “borrón y cuenta nueva con el Veraz”)

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