lunes, 11 de agosto de 2014

"La economía popular tuvo su década ganada

Alberto Gandulfo es Coordinador General de la Comisión Nacional de Microcrédito del Ministerio de Desarrollo Social. Analiza el rol de las microfinanzas.
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Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: En principio, le pediría una primera visión sobre la economía popular en la Argentina, sus desafíos y demandas.
Alberto Gandulfo: La economía social, solidaria y popular (o como se la quiera llamar) ha tenido su década ganada en este tiempo, porque de los 6 millones de puestos de trabajo que se crearon, 1,2 millones fueron hacia este sector. Esto tiene que ver con lo que ha sido una política de crecimiento con inclusión pero también con una política específica hacia las organizaciones populares. Ese sector ha tenido un rol protagonismo en este proceso que empezó en 2003.
APU: En la relación entre el Ministerio de Desarrollo y las organizaciones de base. ¿Cuáles son los programas que destaca como más exitosos?
AG: Desde el plan Manos a la Obra hasta Argentina Trabaja, hemos priorizado el trabajo popular, social. No solo hablamos de programas, sino de herramientas y leyes. Por ejemplo, las líneas de subsidios y microcréditos para compra de equipos y el desarrollo de emprendimientos. La ley de microcrédito fue muy importante en ese sentido. Hoy hay 1600 organizaciones de base de todo el país que están administrando fondos públicos. Otra herramienta fue el monotributo social, que permite la inclusión social de los trabajadores, que puedan tener una obra social. Se trata de una gestión integral, que incluye a Desarrollo Social y a otros ministerios del Ejecutivo.
APU: ¿Cuáles son las problemáticas que identifican?
AG: Nos preocupa lo que tiene que ver con el fortalecimiento del consumo popular. Si algo se ha hecho en estos años tiene que ver con extender, consolidar y facilitar las posibilidades de consumo popular. La asignación universal por hijo ha sido muy importante en ese sentido. Tenemos que avanzar en la organización territorial para que ese consumo se canalice a través de los emprendimientos de la economía popular y no que termine en la lógica de la economía concentrada. Cuando hablo de consumo popular hablamos de harina, aceite, azúcar. Esto es un problema de la economía global, no solo de Argentina. Queremos lograr que los productos generados por la economía social puedan entrar dentro de la canasta que consume nuestro pueblo. En ese sentido, queremos articular con el programa Precios Cuidados. Ese es nuestro próximo desafío: cómo organizar y articular producción y consumo popular.
APU: ¿Cuántos destinatarios tienen las líneas de microcréditos del Ministerio?
AG: No inventamos nada en el Ministerio. Esta es una herramienta que ya existe. En 2005 había 50 organizaciones que se dedicaban a las microfinanzas, que trabajaban con un interés del 40 % de interés anual. Nosotros incorporamos al Estado en esa política y con tasas subsidiadas pudimos incluir a 1600 organizaciones de todo el país, que trabajan al 6 % de interés anual. Asistimos a 2500 unidades productivas. Hablamos de emprendimientos pequeños hasta una empresa como el BAUEN.
APU: ¿Ese financiamiento público ha logrado que muchos pequeños emprendimientos sean sustentables en el tiempo?

AG: Lo revolucionario del modelo que implementamos en Argentina es haber fortalecido a las organizaciones populares. No es que nos devuelven la plata a nosotros. Las organizaciones administran fondos y los prestan a otras organizaciones. Eso potencia a las organizaciones de bases. La idea es a fin de año llegar a los 500 mil microcréditos. Es una inversión total de mil millones de pesos, que está en manos de las organizaciones. Esto desata procesos organizativos en los territorios.

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