martes, 19 de agosto de 2014

El debate sobre el pensamiento nacional

Si el factor empresarial determina la vida cultural de una sociedad, la cultura queda disminuida”


Entrevista a Ricardo Forster, titular de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. "Nos interesa la puesta en discusión en términos de una convocatoria amplia, pero que sepa de las disputas y de los distintos proyectos que atraviesan y han atravesado la historia del país".
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Por Juan Ciucci
APU: ¿Cuál es el objetivo de la creación de la “Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional”?
Ricardo Forster: La Secretaría, como ya es de público conocimiento, es algo original, inédito. No está basada ni tiene como antecedente ninguna otra secretaría o ministerio, ni de Argentina ni de otra parte del mundo. Se estuvo construyendo un imaginario un tanto extraño, parentescos con Venezuela o Cuba y esas cosas. La Secretaría nació como proyecto de creación del Ministerio de Cultura, fue una decisión presidencial. Sus objetivos tienen que ver con generar condiciones, multiplicar el debate de ideas; que sea capaz de recorrer hacia atrás y hacia delante las tradiciones argentinas, que pueda hacerlo de una manera plural, democrática, federal.
Nos interesa mucho pensar la Argentina y América Latina no desde una visión parcial, unívoca o centralizada geográficamente, sino que sea capaz de escuchar, de ver y de hacer partícipe a esa pluralidad de experiencias, voces y tradiciones que conforman la territorialidad del país y, sin ninguna duda, una región en la que se inscribe fuertemente Argentina como es América Latina. También nos interesa muchísimo poner en juego voces relevantes, pero también voces olvidadas de las grandes tradiciones político-ideológicas de nuestro país. Me parece interesante discutir a Lugones o a Ingenieros, pero también a Milcíades Peña y a Silvio Frondizi. Me parece interesante recorrer historias que tengan que ver con tradiciones anarquistas o figuras que fueron muy significativas, pero que hoy, de algún modo, no tienen esa centralidad, como puede ser la trilogía de dirigentes obreros que encabezó “El Cordobazo”: Agustín Tosco, Atilio López, René Salamanca, tres tradiciones políticas sindicales que confluyen dentro del Cordobazo. También la discusión abierta, crítica, discutir desde otra perspectiva el revisionismo, las tradiciones liberales, pensar y abrir el debate sobre Sarmiento y Alberdi; enfrentarnos a voces muy potentes y polifónicas de las tradiciones intelectuales contemporáneas: David Viñas, Nicolás Casullo, Pancho Aricó, León Rozitchner, Oscar Terán. Ser capaces de invitar a hombres y mujeres que intervengan desde lo académico, lo político y lo cultural.
Dentro de los múltiples programas y actividades que está planteando la Secretaría, uno muy significativo se va a llamar “Los Frondizi”: esto es, tomar a Arturo, Silvio y Risieri. Esto te permite una pintura muy amplia de las tradiciones político-intelectuales argentinas y te muestra los debates y las tragedias, sobre todo este año en el que se cumplen los 40 años del asesinato de Silvio Frondizi por parte de la “Triple A”. Está pensado un “Encuentro Marechal” para marzo del año que viene con característica nacional e internacional. Hay un programa que va a trabajar el “diálogo Latinoamérica-el Atlántico”, con españoles, franceses, griegos, acerca de lo que está sucediendo en el debate político de la Europa actual y el modo en que se están planteando en América Latina novedades en relación a la disputa por la hegemonía neoliberal. Uno de los ejes de la Secretaría va a ser lo que llamamos: “Los foros hacia la nueva independencia”, con la idea de que confluya en un congreso nacional-internacional y latinoamericano, en julio del próximo año.
APU: Esto sería una especie de deuda del Estado, pero, al mismo tiempo, es el Estado el que va a erigir el discurso desde la Secretaría. ¿Cómo se analiza, desde este lugar, el papel del Estado?
RF: El Estado, obviamente, es el Estado del conjunto de la sociedad, pero, a su vez, sabemos que es un espacio que tiene que ver con las disputas al interior de la vida democrática, con la construcción de aquellos gobiernos legitimados democráticamente que imprimen sus políticas en la acción del Estado. Un gobierno que se ha legitimado democráticamente y que ha planteado a la sociedad políticas de las cuales el Estado es el instrumento decisivo para llevarlas adelante. Dentro de esas políticas está lo que yo llamaría "la ampliación de la democratización del rol del Estado" a través, por ejemplo, de la creación del Ministerio de Cultura y de un aumento exponencial en la inversión en cultura, como en su momento fue la educación.
Si el Estado no interviene en la dimensión cultural, estamos en problemas porque sabemos que así es el mercado, así es la lógica de la rentabilidad. Si es el factor empresarial el que determina la vida cultural de una sociedad, la cultura queda disminuida, achicharrada y es un gesto de resistencia de aquellos sectores que, pese a todo, seguirán existiendo con hacer poesía, teatro, cine o música, pero bajo la forma de la marginalidad. El Estado tiene un rol importante para proteger, defender, generar las condiciones, no imponerlas, para que esa multiplicidad de voces, de creaciones que pululan y se despliegan en el interior de nuestra sociedad, tengan respaldo, apoyo. Eso permite que una voz poética, la voz de un cineasta, de un dramaturgo o de un novelista o de un pintor que no tiene acceso a los mercados de consumo ni su obra es mercantil en sí misma con rentabilidad asegurada. Ahí hay que inscribir también la inversión del Estado en una Secretaría como la que me toca dirigir.
Nosotros no vamos a reemplazar a las universidades que hacen un trabajo extraordinario de investigación, docencia, organización de encuentros y de congresos en múltiples temas que nos interesan como Secretaría cuando pensamos la cuestión de lo político, las tradiciones ideológico-culturales, etcétera. La Secretaría allí tiene la posibilidad de trabajar junto a las universidades y lo vamos a hacer intensamente, pero, también, abrir el espacio a otras dimensiones de debates de ideas en Argentina. Por ejemplo: vamos a desarrollar un núcleo importante de actividades en Tecnópolis, un ámbito extraordinariamente potente, rico y original que se ha creado estos últimos años y permite una relación con una parte de la sociedad que, en general, tiene un vínculo más lejano con el mundo de las universidades, de los congresos, de esos foros que se circunscriben más a un espectro de la ciudadanía. Ahí tenemos la posibilidad de interactuar, de intercambiar con todo un mundo popular bien significativo.
Los foros regionales buscan integrarse con las necesidades, los planteos de los espacios geográficos en los que se van a realizar. No es una invasión de porteños a la Patagonia o a Cuyo o al centro, sino que es un trabajo en conjunto para ir generando estos debates que tengan que ver con lo regional y lo nacional. Nos interesa la complejidad y la dialéctica de la tradición argentina,  y digo complejidad porque a veces nos sorprende descubrir en una obra, en un pensador, los rasgos, deudas, matices, herencias de una tradición que no es la suya; creo que eso es interesante ponerlo en discusión. Yo doy un ejemplo que me interesa debido a una relación intelectual fuerte,y es la obra de Nicolás Casullo que vincula a Sarmiento y a John William Cooke. Uno diría: “¿Qué tienen que ver?”. Me interesa porque pensó la cuestión de la derrota en el exilio mexicano, luego en gran parte de su obra final, el tema de la crisis de la modernidad o aquel paradigma que definía cómo la revolución ha quedado a nuestras espaldas, que era, en el fondo, una reflexión sobre la derrota a las grandes tradiciones emancipatorias y lo que significa la derrota en el interior de una reflexión política-intelectual. Entonces, el ve a Sarmiento como un pensador de la derrota de la Revolución de Mayo. Piensa la derrota en términos de lo que para Sarmiento significaba la matriz jacobino ilustrada, civilizatoria de la Revolución de Mayo. John William Cooke es aquel que está pensando la derrota del ’55 del peronismo.
Tenemos ganas de que la Secretaría genere las condiciones para generar debates de esta naturaleza. Se ha conformado un equipo de historiadores muy diverso y plural porque vamos a editar un libro que recoja una parte significativa de los manifiestos y las proclamas político-ideológicas de la historia argentina. Este es el espíritu de la Secretaría: publicaciones, material audiovisual, foros generadores de gran parte de esto, encuentros a lo largo del país. Estuve en Neuquén, La Rioja y Catamarca, este fin de semana en Mar del Plata y seguirá el itinerario de encuentros abiertos a la comunidad y encuentros con militantes del kirchnerismo: el calibre de lo político en este contexto. Son distintas actividades que son parte del mandato de la Secretaría. Somos portadores de una idea, no es un proyecto lineal ni cerrado, sino que es un proyecto que se inscribe en las contradicciones, en las tensiones y en la potencia de este momento argentino y, como tal, no nos interesa simplemente un consenso vacuo, no nos interesa un pluralismo que se parece a una mesa de gerentes de empresas. Nos interesa la puesta en discusión en términos de una convocatoria amplia, pero que sepa de las diferencias, de las disputas y de los distintos proyectos que atraviesan y han atravesado la historia del país.
APU: Algunas críticas apuntan a la existencia de otros organismos del Estado con objetivos parecidos. Por fuera del kirchnerismo, ¿se sienten vinculados con otras organizaciones de diferentes tradiciones políticas o espacios académicos que discutan estas cuestiones?
RF: Yo creo que hay distintos ámbitos, sobre todo universitarios, revistas que son ámbitos muy interesantes por los que ha pasado la vida político-intelectual argentina y colegas, amigos con los que vamos a generar debates a los que vamos a invitar a participar, tanto a amigos próximos al proyecto kirchnerista como a otros colegas parte del campo cultural-político que son críticos del proyecto kirchnerista. Con nombre propio, invitaremos a: Eduardo Grüner, Beatriz Sarlo, Carlos Altamirano, Juan José Sebreli, Maristella Svampa, Hilda Sábato, José Luis Gargarella, Horacio Tarcus. Nombres que andan dando vueltas hoy en los debates de ideas políticas en Argentina,que tendrán distintos lugares referenciales para discutir. Discutir la cuestión del país, de sus encrucijadas, en los distintos ámbitos en los que se vaya desarrollando la Secretaría, sea en los “Foros hacia una nueva independencia”, sea en un ciclo como el de “Los Frondizi”, o en debates que aparecerán en otros ámbitos y en otras dimensiones. Trabajaremos con universidades, como por ejemplo el “Foro de Resistencia” que se hace en el marco de la universidad y seguramente otros foros, como el “Foro de la Patagonia” se hagan en el marco de la “Universidad del Comahue”. Invitaremos a fuerzas políticas de la oposición a participar de los debates en los foros, pero no es que tenemos espacios en particular que son “amigos” con los que vamos a trabajar centralmente, más bien vemos el territorio y, a partir de allí, vamos decidiendo en función de la cantidad de variables cuál es el lugar más adecuado. A veces son las universidades, a veces pueden ser otros ámbitos o espacios compartidos, espacios culturales.
APU: El nombre de la Secretaría fue lo que generó, mediáticamente, más ruido. ¿Cómo analizó el debate?
RF: Una cosa es la crítica valiosa e interesante que uno debe discutir y otra cosa es la ignorancia mezclada con injuria, descalificación, estupidez. Son dos cosas distintas. Yo puedo discutir con alguien que planteé una mirada crítica respecto de la coordinación estratégica de la genealogía de una concepción o que quiera discutir el concepto de pensamiento nacional o que quiera plantear un oxímoron entre el nombre de la Secretaría y mi nombramiento. Yo lo puedo discutir, vengan de la tradición del pensamiento nacional, porque hay muchos críticos que incluso vienen del peronismo, o vengan de una tradición antagónica o crítica del pensamiento nacional. A mí me parece que es muy interesante lo que vaya haciendo la Secretaría como mecanismo de respuesta a ciertas críticas. Después, la otra crítica, la crítica brutal que tiene un nivel de violencia retórica que bordea la infamia: “es estalinismo”, “franquismo”; todas esas cosas que se resuelven en una especie de alquimia de pensamiento único policíaco donde todos los servicios de inteligencia del mundo, en sus peores formas, se centralizan en una Secretaría. Ni siquiera merece una discusión, pero sí nos interesa en el acto de poner movimiento a la Secretaría.
No nos interesa mostrar la búsqueda de consenso: “somos gente tan buena, tan amable que vamos a invitar a todos”, eso sería una tontería, hasta hipócrita. Nos interesa invitar a personas con densidad intelectual como para abrir un debate que sea portador de incidencia sobre la vida política, social y democrática de nuestro país, no es simplemente que nos hemos transformado publicitariamente en ovejas, pero guardamos siempre la piel del lobo. La idea es ser capaces de generar condiciones para un debate significativo y, también, para que podamos expresar, en distintos ámbitos, la complejidad de la tradición kirchnerista, el debate sobre el pensamiento nacional. No es cierto que esta experiencia política pueda reducirse a una nomenclatura ideológica absolutamente estrecha sino que es un ámbito de confluencia, de dialécticas muy interesantes que hace que una persona con mi propia biografía intelectual política esté al frente de una secretaría que se llama: Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Sería interesante que los que inmediatamente salieron a una crítica se hubieran detenido un momento a calibrar la toma de riesgo que significa también jugar con un nombre y con un nombramiento para visualizar esta complejidad, esta suerte de trama diversa que también es el propio kirchnerismo, ámbito de confluencias, de reunión, de tensiones, también de disputas.
En el kirchnerismo puede haber quienes se sienten absolutamente absorbidos y representados por una determinada tradición del revisionismo histórico y otros que se reclaman como parte del revisionismo histórico no se sienten representados por los primeros. El nombre de Rosas no le significa lo mismo a uno que a otros. Incluso hay una disputa respecto del nombre del kirchnerismo en términos de su relación con el peronismo y así podríamos seguir y con el marxismo ni hablar, las izquierdas o lo que definimos como tradición nacional y popular o la tradición de los diversos exponentes de las experiencias cristiano-políticas de la sociedad argentina. No es lo mismo la tradición del revisionismo ligado al catolicismo de los ’20 que un revisionismo de matriz popular ligado a los sacerdotes tercermundistas. Todo eso tenemos ganas de discutirlo sin prejuicios, sin moralina, sin bajada de línea, sino diciendo “somos esto”, “pensamos desde este lugar”. Este es un equipo diverso también que tiene distintas experiencias, no es un equipo monolítico, sería inimaginable, tonto y poco valioso. Es un equipo diverso donde seguramente también nosotros debemos tener distintas interpretaciones sobre muchas cosas, porque sobre Borges o sobre Marechal no pensamos lo mismo. Recién estábamos discutiendo qué hacemos con Sábato, seguramente entre nosotros no tenemos la misma visión de Sábato y así podríamos seguir.
A mí, casi por una cuestión de biografía adolescente, la trilogía Moreno, Castelli y Monteagudo es parte de mitología y puede ser que para otros el jacobinismo de la Revolución de Mayo les parezca realidad o una de las grandes trabas para la construcción de una Argentina popular democrática. Por ejemplo, a mi amigo José Pablo Feinmann, le decís Mariano Moreno, jacobinismo y Revolución de Mayo y te dice: “Ahí no hubo revolución, lo que hubo fueron abogaduchos tratando de imitar a los franceses”. Esto lo vamos a discutir, es interesantísimo. Lo mismo podríamos decir de figuras como Sarmiento o Lugones, ¿con qué Lugones nos quedamos, con el de “Las hora de la espada” y la visión cristiano-fascista o el Lugones anarcosocialista amigo de Ingenieros? Es tan rica la complejidad de la tradición argentina, sin empezar a hablar de las tradiciones latinoamericanas: qué hacemos con Haya de la Torre, Octavio Paz, Cardozo y la tradición de las corrientes que desde la Economía y la Sociología pensaron la Teoría de la Dependencia, pero que en el caso de Cardozo en los ’90, se convirtió plenamente en un neoliberal.
APU: Estamos en un momento particular del debate político en el kirchnerismo, ¿cómo piensa la Secretaría en ese marco y los plazos para cumplir con sus objetivos?
RF: Tenemos claro que nosotros, en la Secretaría, vamos a estar hasta el 10 de diciembre del 2015, ojalá que la Secretaría siga. Sabemos que los plazos son acotados, tenemos un año y monedas para llevar a cabo una cantidad de actividades y sabemos que muchas se van a cruzar con una disputa electoral afuera y adentro del Frente para la Victoria y que algunos de nosotros yo personalmente, he dicho públicamente y soy parte de un espacio político cultural como Carta Abierta que ha tomado definicionesno vamos a eludir eso, hablaremos en primera persona, cada uno de nosotros no va a decir algo como Secretaría, sino en términos de definición personal política. Como Secretaría vamos a tratar de no quedar absorbidos por la lucha electoral política, sino seguir llevando adelante una serie de actividades enriquecedoras para la vida cultural-política argentina: los foros, las muestras, las ediciones deben ir caminando más allá del ida y vuelta y los cruces que obviamente va a haber con la vida política argentina, y seguramente después del 10 de agosto no será lo mismo depende de quien gane la interna del FpV. Seguramente no será lo mismo, sería absurdo no decirlo, pero vamos a tratar que la Secretaría que representa esta etapa del Gobierno sea capaz de llevar hasta el último día un proyecto de trabajo independientemente de quien gane las internas del FpV y, obviamente cuando llegue octubre y se resuelvan las elecciones, veremos cuál es el escenario de país que se abre, tanto como miembro de este gobierno, pero también como ciudadano.

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