miércoles, 6 de agosto de 2014

Día del niño.

Hay niños que arenan descalzos.
Hay otros que miran al cielo desde el cielo.
Muchos niños (y niñas) olivares de mil y una noches,
duermen sin soñar.
Otros, no madres ni pan caliente ni amasan mar.
Ni sal, ni sol ni juegan a ser cometas.
Hay niños (y niñas) que escuchan silbidos trasantes,
huelen pólvora, mastican plomo, son rosas sin luz.
Fríos desnudan alas de mariposas.
O bailan pacientes, o deditos en v saludan o pedrean
tanques, insultan con vocesitas agudas, cantan.
Esperan.
No crecen, maduran, Simbades de espada filosa
destejen un muro y cabalgan iris de tierra santa.
Pacen, hormiguean, aletean, peces verdes y blancos
y negros, relinchan, trotan, aman, animalitos dulces
de humana piel aceitunada se ríen del juego que
amamanta su Rey Mago.

Día del niño que será un haz de caminos
que vuelven a ser, redentos, piecitosmanitas
de larga marcha hacia la vejez en Patria mía.

GB

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