domingo, 24 de agosto de 2014

DESALOJO DEL BARRIO PAPA FRANCISCO Palos, topadoras y detenciones en Lugano

El desalojo de la Villa Papa Francisco fue ordenado por la jueza Gabriela López Iñíguez, del juzgado 14 en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires. El procedimiento fue concretado por la policia porteña, con la asistencia de las fuerzas federales, que ingresaron al predio alrededor de las 6 de la mañana. Según los relatos, se les avisó a los vecinos que serían desalojados y varios de ellos se resistieron.
Una de las vecinas, María, contó a Télam que sus hijos de 6 y 12 años se asustaron y debió llevarlos a la casa de una vecina, en la villa 20, mientras que les prometieron que serían llevados a paradores porteños. Luego del ingreso de las fuerzas de seguridad, varios vecinos reingresaron para retirar sus pertenencias, que serán llevadas a un depósito del gobierno porteño.
Pasado el mediodía, el clima de tensión persistía porque las autoridades no les garantizaron una vivienda a donde ir.
El crimen que desembocó en el desalojo ejecutado durante esta madrugada fue el de Melina López, la adolescente de 18 años que fue baleada en la cabeza el martes 19 de agosto mientras iba caminado con su novio frente al Papa Francisco. Testigos denunciaron que, tras el asesinato, los delincuentes huyeron con la cartera de la joven y se metieron en el asentamiento.
Esta mañana, durante el operativo de desalojo, la policía buscó a personas vinculadas por ese hecho pero no los encontró. El secretario de seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo que ese predio "se cobró tres vidas", la de Melina el martes pasado; la de Fernando Soto, de 32 años, al día siguiente de la toma; y tiempo después, Sonia Angles perdió a su bebé de siete meses de gestación tras recibir un disparo durante un robo en su vivienda.
En abril, vecinos de Villa Lugano comenzaron a denunciar que en el predio se estaban realizando construcciones de material, a pesar de que todavía seguía vigente la orden de desalojo. Por esos días, el barrio de 12 hectáreas ya estaba habitando por más de 500 familias.
"Fuimos los primeros en pedir el desalojo, sabíamos que esto terminaría así. Ahora hay que hacer una revisión para que esto no vuelva a suceder. Lo peor es que hubo tres víctimas fatales durante este proceso, y eso no puede volver a pasar", dijo Berni, desde el lugar.

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