martes, 26 de agosto de 2014

Aquellas imágenes del pasado Por Hernan Dearriba

A estas alturas ya está claro que la disputa con los fondos buitre marcará el ritmo tanto de la política como de la economía este año.

Después de los primeros escarceos opositores para empezar a definir las alianzas de cara a 2015, una nueva movida en el tablero de ajedrez por parte de la presidenta Cristina Fernández obligó a los principales actores de la política a tomar partido.

La primera mandataria anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso para modificar la sede de pago a los bonistas que aceptaron el canje de la deuda y de esa manera eludir la insólita interpretación de la cláusula pari passu que efectuó el juez Thomas Griesa que mantiene retenidos todavía 539 millones de dólares en el Bank of New York Mellon.

La consecuente reacción de las fuerzas opositoras puede tomarse como una radiografía de sus estrategias políticas de cara a las elecciones del año próximo.

Mauricio Macri picó en punta. Ofreció una conferencia de prensa en la que demostró un alarmante desconocimiento de la controversia, y anunció que el PRO votará en contra de la propuesta para modificar de manera voluntaria la sede de pago.

A su habitual riqueza en el manejo del lenguaje, esta vez el alcalde porteño incorporó la audacia de un ejemplo, para intentar hacer más comprensibles sus críticas a la propuesta del gobierno nacional.

No tuvo suerte el líder de los amarillos, ya que intentó comparar a la reestructuración de la deuda soberana más importante de los mercados financieros globales, con la final del Campeonato Mundial de fútbol.

Macri no ocultó nunca su posición a favor de pagar a cualquier costo lo que sostiene la sentencia del juez de Nueva York. En cualquier caso, su peso específico en el Parlamento, especialmente en el Senado, no lo transforma en un elemento decisorio a la hora de aprobar la iniciativa.

En la otra punta, el gobernador Daniel Scioli respaldó abiertamente el proyecto de la Casa Rosada. El mandatario bonaerense no ahorra ningún gesto a la hora de reafirmar su pertenencia al Frente para la Victoria y, particularmente en el caso de la deuda, ha exhibido altas dosis de responsabilidad institucional.

También la de Sergio Massa fue una reacción de manual. El ex intendente de Tigre demoró una respuesta luego de que la presidenta anunciara por cadena nacional el envío de la iniciativa al Parlamento. El argumento era la necesidad de conocer en profundidad el proyecto, aunque no son pocos los que consideran que el silencio inicial estuvo vinculado con la necesidad de conocer los resultados de las encuestas sobre el tema.

Finalmente, el Frente Renovador apeló una vez más a su estrategia de la tercera posición y anunció que no acompañaría al proyecto de la Rosada, pero enviaría una iniciativa propia con variantes. Varios de los economistas que integran el equipo de asesores de Massa dieron entonces detalles de lo que sería el proyecto alternativo, algunos de los cuales estaban incluidos en la propuesta que ya ingresó al Parlamento y será debatida desde esta semana.

Los radicales reaccionaron de acuerdo a su ADN: no se pusieron de acuerdo y desataron la interna. Si bien dieron a conocer un comunicado en el que se impuso la línea más dura y terminaron anticipando su voto negativo, hubo varias voces, como la del senador Nito Artaza, que reclamaron que el partido mantuviera una postura de defensa de lo nacional.

El debate también se amplió al interior del FAUNEN, y allí se hizo escuchar la voz de Elisa Carrió: "Cristina metió en la trampa a toda la oposición. ¡Tontos, tontos, tontos, los domina el kirchnerismo y les impone la agenda", se quejó la rubia a través de las redes sociales. A la ferviente impulsora de un acuerdo entre Macri y el FAUNEN no le falta razón en el análisis, que en el fondo es el reconocimiento de la incapacidad que ha mostrado la oposición para construir una propuesta alternativa que debata sobre los temas centrales en la agenda de la gente.

A Carrió, se sabe, le gusta más la agenda institucional, que tiene a las denuncias de corrupción como eje central.

Sin embargo, un sondeo de una de las más respetadas consultoras que circula por los escritorios de los políticos del oficialismo y la oposición revela que es la inseguridad el principal tema de preocupación para los argentinos (por arriba del 30 por ciento), seguido bien de lejos por la situación económica, la inflación y la pérdida del empleo. Apenas ocho de cada cien interpretaron al trabajo como su principal problema y cerca del doce por ciento pone la lupa en la inflación.

El trabajo también reflejó un cambio de tendencia en la opinión pública sobre la confianza en la economía a partir de la disputa con los fondos buitre. Recién después de todas estas cuestiones figura la corrupción y la calidad de la clase dirigente.

Los datos de ese sondeo no difieren de los de otras consultoras que también reflejan que el eje sigue puesto en la inseguridad, pese a la escalada de los últimos meses en la agenda mediática vinculada a los problemas de empleo y la crisis económica. El deterioro del empleo es una realidad y la economía no pasa por su mejor momento, pero la gente sigue dándole prioridad a su preocupación por la seguridad personal y de sus bienes antes que a la inflación y la pérdida de trabajo.

No es casual entonces que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, haya planteado esta semana una propuesta para extraditar a los extranjeros que comenten delitos en el país. La iniciativa despertó la sensibilidad puertas adentro del oficialismo, tanto como generó un amplio consenso en la opinión pública. Más allá del debate sobre la cuestión xenofóbica que Berni intentó aclarar en reiteradas oportunidades, la propuesta del secretario es de imposible aplicación con las leyes actuales y podría marcar un indeseable retroceso en las políticas de apertura que ha venido desarrollando el kirchnerismo en los últimos años.

El pasado vuelve todo el tiempo. A veces con alegría y otras veces como parodia. Domingo Cavallo fue agredido con huevazos cuando intentaba dictar una charla en la Universidad Católica. La movida fue desprolija y es imposible de compartir. La UCA está en su derecho de invitar a Cavallo y el ex ministro, uno de los principales responsables del cataclismo financiero que la Argentina todavía hoy está pagando, no tiene ningún impedimento para difundir su pensamiento. El verdadero problema está en la justicia, que siempre le ha brindado impunidad.

Esa misma impunidad de la que pensaron que gozarían por siempre los ideólogos y gestores de la última dictadura cuando decidieron llevar adelante una política sistemática de robo de bebés. Casi cuarenta años después la verdad volvió a imponerse esta semana con la recuperación de la nieta 115 por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo. Cada centímetro ganado a la impunidad hace de la Argentina un país mejor.

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