jueves, 3 de julio de 2014

BONISTAS DEL CANJE EXIGEN AL BANK OF NEW YORK MELLON LOS DOLARES QUE RETIENE POR ORDEN DEL JUEZ THOMAS GRIESA Fondos que no quieren ser rehenes de buitres

Por primera vez un importante fondo de inversión internacional reclama cobrar bonos con legislación Nueva York, dólares que el banco encargado de distribuirlos no gira por orden del juez Thomas Griesa. Amenaza con iniciar un juicio por daños y perjuicios.

Un importante fondo de inversión internacional reclamó cobrar los intereses del bono Discount legislación Nueva York, dólares que Argentina depositó en tiempo y forma en cuentas del Bank of New York Mellon (BoNY) y que no fueron girados a sus dueños por orden del juez Thomas Griesa.

Página/12 tuvo acceso al documento de ese fondo enviado a la entidad bancaria. Es la primera demanda que se canaliza por bonos emitidos bajo la ley del distrito donde opera Griesa. En ese escrito el fondo amenaza al BoNY de iniciarle juicio si no recibe sus dólares. El viernes pasado hubo un pedido similar, en esa ocasión ante el juez, por parte del Citibank Argentina para depositar los fondos del Discount legislación local, lo que fue habilitado. El lunes de esta semana hubo otros reclamos en ese mismo sentido por bonos en euros del fondo Fintech, propiedad del mexicano David Martínez, dueño de Telecom y de otros grandes inversores internacionales, que aún no tuvieron respuesta de Griesa. El aspecto relevante de la última exigencia al BoNY es que se presentó el martes en la propia jurisdicción del magistrado. Esa petición no fue a Griesa, sino directamente al banco que retiene los dólares y está encargado de transferirlos. Todos estos reclamos de bonistas que ingresaron al canje de deuda en default de 2005 y 2010 son la consecuencia de la oportuna estrategia oficial de depositar en el BoNY 832 millones de dólares para cumplir con el vencimiento del pago de intereses del bono Discount. No hubo embargo de esos fondos ni desacato al fallo de Griesa, como atemorizaban analistas locales y del exterior, sino que el problema ahora lo tienen el juez y el BoNY al estar afectando derechos de terceros, los de los bonistas del canje. La entidad bancaria corre el riesgo de ser demandada por daños y perjuicios por demorar el giro de los dólares a los bonistas del canje. El juicio no sería sólo por no cobrar, sino por eventuales pérdidas ocasionadas por la caída de las cotizaciones de los bonos provocada por esa mora.

El BoNY está en una situación complicada: tiene los dólares de los bonistas del canje, pero no puede transferirlos por orden de Griesa, aunque tampoco puede devolverlos a la Argentina, que lo contrató para ejercer el trabajo de agente fiduciario de pago de la deuda. Como esos dólares ya no son de Argentina, el mencionado fondo de inversión que posee en su cartera Discount legislación Nueva York pretende recibir lo que le corresponde. El BoNY está en una encrucijada revelada ayer en una carta enviada a Griesa (ver aparte). Expresa el temor a demandas de Argentina, por incumplimiento del contrato de agente fiduciario, y de los bonistas del canje, por retención de los dólares del Discount.

El banco tiene motivos para estar inquieto. La carta del fondo de inversión internacional está fechada el 1º de julio y está dirigida al Bank of New York, a la dirección 101 Barclay Street, New York, 10286, como agente fideicomiso de administración corporativa, con el asunto “Petición de pago acción inmediato”. Describe con precisión el insólito impacto del fallo de Griesa sobre bonistas del canje para defender los intereses de fondos buitre liderados por Elliot, del financista republicano Paul Singer. El texto (traducido) del fondo de inversión al BoNY hace referencia al contrato de fideicomiso de fecha 2 de junio de 2005 (canje de deuda) entre la República Argentina como Emisor y el Banco de Nueva York como fiduciario (el “Contrato de Fideicomiso”), y dice lo siguiente:

- “El 26 de junio de 2014, la República Argentina, de conformidad con la Sección 3.5 (a) del contrato de fideicomiso, pagó una cantidad suficiente para satisfacer todas las cantidades debidas y pagaderas con respecto a los Valores de Deuda bajo la Ley de Nueva York y el Derecho Inglés el 30 de junio 2014 (‘Fecha de Pago’).”

- “Dichos pagos se proporcionaron en fondos inmediatamente disponibles en sus cuentas número 15.098 y 15.002 mantenidas con el Banco Central de la República Argentina.”

- “En consecuencia, de conformidad con la sección anterior, el Fiduciario aplicará dicho importe a los pagos a realizar en dicha Fecha de Pago.”

- “Como tenedores de obligaciones, tenemos derecho a recibir los pagos de nuestros títulos de deuda de los fondos que recibió en la Fecha de Pago.”

- “Al día de hoy, no hemos recibido ningún pago de usted. Le instamos a que proceda sin más demora con el pago atrasado a los tenedores de Títulos de Deuda, los únicos beneficiarios legales de dichas cantidades, en cumplimiento de sus obligaciones contractuales en el marco del contrato de fideicomiso.”

- “Si es necesario, vamos a presentar una demanda en su contra por daños y perjuicios causados por el retraso, incluidas las pérdidas en el valor nominal de los Valores de Deuda derivadas de un evento predeterminado.”

- “Por la presente hacemos reserva de todos los derechos y recursos de que disponemos, en derecho o en equidad.”

Como se explicó en este diario el domingo pasado, el deudor (Argentina) pagó en tiempo y forma el vencimiento de deuda del lunes siguiente, pero los acreedores del canje no recibieron los dólares por un fallo judicial a favor de los fondos buitre. De esa forma Thomas Griesa ha convertido el caso contra Argentina en único en la historia financiera mundial: fue la primera vez en ocho siglos que por una orden judicial los acreedores no pudieron cobrar pese al pago efectuado por el país deudor.

El reclamo de este fondo internacional desmorona el deseo de calificadoras de riesgo y analistas locales de sentenciar que Argentina está ahora en mora y a fin de mes, en default. Como se sabe, los defaults son decididos por el país deudor; nunca por un juez que impide a los acreedores cobrar el pago del deudor. Griesa puede impedir la efectivización del pago abrazado a los intereses de fondos buitre, pero es una cuestión judicial que se dirimirá en tribunales estadounidenses, además de nacionales e internacionales. Argentina pagó el vencimiento de deuda en tiempo y forma y giró el dinero a quien correspondía: a la entidad contratada para distribuirlo entre acreedores, el Bank of New York Mellon.

Este banco tiene desde el jueves pasado los dólares en su cuenta del Banco Central para distribuirlo en Nueva York y en Europa entre acreedores de deuda regular. Como hasta ahora no concretó la tarea por la que fue contratado por Argentina, está abonando el terreno a futuros litigios. La carta que publica hoy Página/12 adelanta que fondos de inversión internacionales no quieren quedar como rehenes de Griesa-Singer, y reclaman ya los dólares que está reteniendo el Bank of New York Mellon.


La Bolsa apuesta al arreglo

La posibilidad de un acuerdo entre el Gobierno y los fondos buitre que le ponga fin al litigio judicial entre ambos en Nueva York es la apuesta financiera que hace la mayoría de los inversores por estas horas. En bonos se registraron ayer subas de hasta 2 por ciento. Las compras se focalizaron en las emisiones de más largo plazo, donde el terreno para una recomposición de precios es mayor en caso de un arreglo con los buitres. Las acciones subieron en promedio 1,2 por ciento y el panel que los aglutina se acercó al record histórico de 8291 puntos alcanzado previo a la negativa de la Corte Suprema estadounidense a tomar el caso. La suba de estos papeles estuvo liderada por los bancarios, con alzas de hasta más de 4 por ciento.

“En el mercado no se ve una situación de colapso, por eso los títulos ya lograron recuperar el terreno cedido la semana pasada. Los inversores mantienen sus posiciones en bonos, y es lo que estamos recomendando, en lo particular las emisiones de largo plazo”, explicó a este diario un directivo de Puente. Esto no implica que no haya venta. Muchos inversores que se denominan conservadores –aversos al riesgo– vendieron sus títulos en dólares y se pasaron a emisiones en pesos con legislación local. Ese arbitraje permitió que los rendimientos de las series en dólares igualen a los en pesos.

En el mercado de cambios, el Banco Central compró 40 millones de dólares y la cotización de la divisa se mantuvo en 8,15 pesos. El resultado de esta intervención elevó en 14 millones de dólares el stock de reservas, el cual se ubicó en 29.347 millones luego del pago de obligaciones varias. En el paralelo el dólar blue se retrajo en 15 centavos, a 12 pesos para la venta en cuevas de la city porteña.

Corte poco confiable

Sólo el 30 por ciento de los estadounidenses tiene confianza en la Corte Suprema de ese país, el valor más bajo de la historia, según una encuesta de Gallup. Los resultados marcan una caída de siete puntos desde 2012. El dato se conoció el lunes pasado, el mismo día en que los supremos firmaron un controvertido fallo sobre un caso relacionado con la política de anticonceptivos del gobierno de Obama. La corte resolvió por 5 a 4 que no se puede forzar a las empresas privadas a ofrecer cobertura de salud para anticonceptivos si los consideran equivalentes al aborto. La decisión de la Corte es un golpe para la ley de cuidados de la salud de Obama, que incluye la llamada obligación de los anticonceptivos. Según destacó el diario Usa Today, la confianza en la Corte cayó en forma sostenida desde su apogeo en el gobierno de Reagan, durante el cual, en dos oportunidades (1985 y 1988) el 56 por ciento dijo tenerle confianza. Ese porcentaje se mantuvo luego entre el 40 y el 50 pero cayó fuertemente en 2007 hasta el 34, un año después de que George W. Bush obtuviera el aval del Senado para la designación del juez Samuel Alito para la Corte.

03/07/14 Página|12
 

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