domingo, 13 de abril de 2014

Sentados frente a frente

Luego de que el gobierno hiciera más de 30 llamados al diálogo, la coalición opositora al gobierno del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, por fin aceptó sentarse frente a frente a debatir los problemas que aquejan a la población caribeña. Fueron más de seis horas de debate, en el que presentaron dos visiones totalmente diferentes, una parte planteó la existencia de un país en quiebra al borde de la emergencia nacional y el otro bando, con números en mano, defendió el ideario bolivariano, por ser un proceso incluyente y protector de los derechos del pueblo venezolano. De igual manera, se acordaron designar comisiones de alto nivel para evaluar ambas ideas, comenzando con una próxima reunión el martes 15 de abril, donde se invitará a los estudiantes que han generado la violencia en las calles.
Venezuela se mantuvo ayer a la expectativa ante el encuentro de los dos “rivales”, las familias se preparaban frente a los televisores, cual domingo de cancha, dispuestas a observar desde la comodidad de sus hogares, un momento histórico para los bolivarianos. “Los escuálidos (oposición) esperaron 40 muertos para decidirse a dialogar” se comentaba en el oeste de Caracas, zona donde alberga gran mayoría de votantes chavistas.
La previa. Antes de llegar a la reunión pública, ambos sectores tuvieron un par de encuentros de carácter privado, donde la Unasur dialogó directamente con los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, quienes expusieron sus exigencias para lograr un cara a cara con Nicolás Maduro; las propuestas centrales fueron a elaborar y aprobar una ley de amnistía de presos políticos, regreso de exiliados, cese de las causas abiertas en contra los estudiantes revoltosos y una comisión de la verdad internacional no conducida por ninguna de las partes (gobierno y oposición) con el fin de generar “un clima de confianza”.
La oposición, de entrada, comenzó la previa al diálogo con varias bajas, una de ellas es de la cabecilla del conflicto vandálico que generó el movimiento “la salida”, María Corina Machado, quien tuvo un encuentro con la Unasur donde les manifestó abiertamente el rechazo a cualquier mediación vinculada con el diálogo entre el gobierno y el sector adversario: “No aceptamos hablar de estabilizar la dictadura de Maduro. No puede haber diálogo con Leopoldo López y estudiantes presos. Los estudiantes y las fuerzas que impulsan la protesta tienen que forma parte de la discusión”. Así lo manifestó Machado, quien perdió su investidura de diputada por violar la Carta Magna venezolana y ejercer cargos de diplomática panameña ante la Organización de Estados Americanos.
Y fueron escuchados… Ya entrada la noche, comenzó la cadena nacional, idea propuesta por el gobierno bolivariano, “para que todo el país presencie el acompañamiento, sin mentiras, dispuestos a encontrar una solución pacífica a la violencia impuesta por sectores radicales que quieren atentar contra el gobierno constitucional de elección popular”, manifestándolo así el vicepresidente, Jorge Arreaza.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, para comenzar al encuentro agradeció la asistencia de los actores políticos que integran el primer diálogo de paz entre el chavismo y sus opositores. “Estamos desde el Palacio Presidencial de Miraflores (Caracas), en el encuentro por la paz, en el diálogo por la paz, que gracias al trabajo que se ha hecho de acercamiento por parte de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Vaticano y la voluntad política manifiesta de los diferentes sectores políticos, están aquí convocados”.
Para dar comienzo a la ronda de intervenciones, el mandatario caribeño le dio la palabra al Nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, quien llevaba consigo un mensaje directo del Papa Francisco, donde manifestó su deseo a que el diálogo de paz en Venezuela produzca los frutos deseados de reconciliación nacional. “Estoy plenamente convencido que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país”, dijo Francisco, citado en el escrito.
En total, hablaron 22 dirigentes; 11 de oposición y 11 del chavismo. El primero, en hablar fue el representante por la Mesa de Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, quien indicó “que la reunión adquirió hecho noticioso porque desde hace 15 años los factores políticos no conversan y porque el pluralismo no es respetado”
Uno de los puntos plateados por los bolivarianos es la falta de reconocimiento al triunfo de Maduro, por no dejarlo gobernar y buscar fuera de lo constitucional salidas inmediatas al gobierno elegido popularmente. Elías Jaua, canciller venezolano, afirmó que, a diferencia de sus adversarios, no hostigaron a funcionarios de los gobiernos xenófobos e imperialistas, como lo fueron los cuatro republicanos, Acción Democrática y Copei, además sostuvo que a partir de 2002 se rompieron los espacios institucionales cuando la oposición denunció fraude electoral: “Aún esperamos las pruebas del fraude de 2004, y del 14 de abril”.
MIRADAS AL SUR

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