lunes, 7 de abril de 2014

Se consolida el Programa de Precios Cuidados

Año 7. Edición número 307. Domingo 6 de Abril de 2014
Miradas al Sur presenta en exclusiva el primer relevamiento en profundidad sobre el programa “Precios Cuidados”. Un cumplimiento general de 6,4 puntos y fuertes disparidades tanto entre las cadenas como al interior de las mismas, son sus principales conclusiones.
Para el Secretario de Comercio, Augusto Costa, el programa de control de precios “Precios Cuidados” ha resultado un “éxito”. Dirigentes opositores, como el jefe de la CGT disidente Hugo Moyano o el diputado del Frente Renovador Sergio Massa, han afirmado por el contrario que el programa “no funciona” y que “no sirve para nada”.
En lo que hubo coincidencia es en no exhibir al público estudios de campo metodológicamente rigurosos que sustenten con datos duros tales afirmaciones. Miradas al Sur presenta, en exclusiva, los resultados y conclusiones de la investigación “Cumplimiento del Acuerdo de Precios Cuidados en productos alimenticios básicos” impulsada por el diputado nacional por el Frente para la Victoria Mario Oporto, referente de la agrupación Manuel Dorrego. Quienes hicieron el trabajo fueron los de la Asociación Civil Demographia, con amplia experiencia en opinión pública.
Si bien el estudio estuvo restringido al Gran Buenos Aires, puede ser tomado como demostrativo de todo el programa, pues allí se concentra la gran parte de los consumidores a los que estuvo destinado “Precios Cuidados” en esta primera etapa.
Así, algo distante del éxito que plantea la Secretaria de Comercio, pero mucho más lejos del fracaso que se le endilgó desde la oposición, el relevamiento exhibe que el 64% de las bocas de expendió cumple en gran parte con el Programa, mientras que del 36% restante, la mitad tuvo un bajo cumplimiento y la otra mitad un muy bajo cumplimiento. Con todo, desde el Movimiento Dorrego remarcan la importancia de comprender, más allá de los datos duros, que el relevamiento se realizó sobre una primera etapa del programa, en la que el mismo dio sus primeros pasos tanto en la implementación logística por parte de los supermercados como así también en la difusión entre los consumidores.
Todos los datos. El estudio fue realizado sobre grandes supermercados e hipermercados pertenecientes a las cadenas Carrefour, Coto, WalMart, Changomás, Jumbo, Disco, Plaza Vea y Josimar, pero tomando únicamente los 45 productos alimenticios que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA) utilizada para la medición de la pobreza y la indigencia en Argentina, ya que se buscaba constatar sólo la presencia de aquellos productos que según el Indec son fundamentales para la nutrición de los grupos familiares (De hecho, dentro de los 194 productos del acuerdo la mayor parte está fuera de esta Canasta, como cremas de enjuague o postres de chocolate).
Liderados por el licenciado en Recursos Humanos Gustavo Grasso y bajo la dirección técnica del sociólogo Diego Born, trabajaron en el estudio cerca de 80 encuestadores y 20 profesionales, en un estudio que monitoreó un total de 3.555 artículos alimenticios en 82 locales de estas cadenas, ubicados a lo largo de los 24 partidos que conforman el conurbano bonaerense y sus adyacencias, y que representan el 43% del total de supermercados e hipermercados de la provincia de Buenos Aires.
La conclusión más relevante, sin dudas, es que, tomando en cuenta las diferentes variables como precios, visibilidad y disponibilidad en las góndolas, el nivel de cumplimiento promedio fue del 64,3%, cifra que señala Grasso, “estimamos que está por debajo del nivel deseable para el cumplimiento de políticas públicas, que sería superior al 80%, pero al mismo tiempo exhibe una importante adhesión”.
De todas formas, fue importante la disparidad del mismo tomando en cuenta tanto las zonas como las cadenas. Las áreas geográficas fueron dividas para el estudio en Norte, Oeste/Noroeste, Sur, La Matanza y La Plata, y mientras que el Sur demostró un importante cumplimiento, de más del 74%, la Zona Norte y La Plata exhibieron otro por debajo del promedio, de alrededor del 59%. En el caso de las cadenas, mientras que Carrefour acató el programa en un 74% de los locales relevados, Jumbo tuvo un cumplimiento por debajo del 40%. El estudio también buscó relevar el cumplimiento de cada producto. Allí advirtieron una disparidad perjudicial para el consumidor, ya que mientras que las bebidas, un elemento de alguna forma reemplazable por el agua de red, representaban el mayor cumplimiento con el 76%, un elemento esencial para la dieta como las carnes registraba uno de los menores índices de acatamiento, con el 56%.
La visibilidad del programa, y de cada uno de los productos, fue otro de los ítems relevados. Allí, surgió que eran claramente visibles los logos del programa y los listados de precios, ya que casi el 80% de los locales los exhibía, pero que, por el contrario, la revista que presenta las fotos de los productos con sus respectivos precios sólo estaba claramente disponible y visible en el 12% de los casos, mientras que en casi el 60% era totalmente imposible conseguirla.
Algunas conclusiones. Miradas al Sur consultó a los participantes del relevamiento algunas de las lecturas a las que habían arribado tras el estudio y su experiencia de trabajo. Según señaló María Victoria Medinacelli, activista en la defensa de los consumidores y una de las profesionales que lideró el relevamiento, una de las mayores sorpresas fue advertir un muy dispar comportamiento no sólo entre las grandes cadenas, sino también al interior mismo de éstas. De hecho, según acotaron participantes del relevamiento, “mientras que en el Carrefour de Vicente López había incluso carteles gigantes que señalaban su adscripción al programa, así como la mención de las ofertas en los altoparlantes, el Carrefour de Ezeiza tenía todo tipo de faltantes.
Según Medinacelli, esta situación demostraría la existencia de una gran permisividad por parte de las gerencias centrales, quienes parecen delegar en los gerentes de local la decisión del cumplimiento del acuerdo, con lo que muchos de ellos actúan bajo una lógica economicista e inmediata, sin tener en cuenta que el programa puede tener una importante incidencia en la previsión futura para evitar desbordes sociales que terminen perjudicándolos también económicamente.
Otro de los puntos que resaltó esta profesional, fue que “en el Carrefour de Lanús nos señalaron que habían cuadruplicado las ventas gracias al Programa, mientras que en otros supermercados era prácticamente imposible saber que estaban plegados al acuerdo. Por lo tanto, podemos observar que mientras que algunos gerentes de locales capitalizaron el programa y lo potenciaron como una acción más de marketing, otros trataron de boicotearlo. Resulta llamativo que desde las casas centrales permitan estos últimos casos, siendo que el acuerdo es voluntario y los empresarios tienen garantizado un piso de rentabilidad”.
Consultados específicamente sobre la presencia de otros actores públicos, desde Demographia afirmaron que, por lo menos durante el relevamiento y salvo excepciones como las del partido de Ensenada, no advirtieron un fuerte involucramiento por parte de las intendencias, que por su cercanía con los locales comerciales de su área posiblemente podrían haber incidido en profundizar algunos aspectos del programa. Tampoco notaron la presencia de las universidades nacionales del Conurbano (durante los últimos años se crearon cinco, que se sumaron a las trece anteriores), cuyos recursos humanos también podrían haber ayudado a hacer más efectivo la implementación y el monitoreo del acuerdo.
Con todo, Soledad Redondo, licenciada en Relaciones Laborales y otra de las profesionales que participó del relevamiento, agrega un dato central de cara al futuro del Programa: “Durante el relevamiento, notamos un fuerte involucramiento con el programa por parte de los consumidores. Cuando observaban a los encuestadores con las planillas, se acercaban para comunicar inquietudes o reclamos. Pareciera que, a diferencia de las anteriores ocasiones, el público hubiera tomado conciencia de la importancia de un programa destinado a cuidar su poder adquisitivo”.
En efecto, según coincidieron muchos otros participantes del estudio, hubo una suerte de “apropiación” del mismo por parte de los consumidores, lo que se pudo comprobar por el hecho de que la gente conocía el programa y se mostraba interesada en solicitar material informativo, demandar los productos que forman parte del acuerdo o reclamar ante faltantes de stock, y también por la reacción de los clientes en aquellos casos donde los encargados del relevamiento fueron increpados por los gerentes y obligados a retirarse. Allí, muchos se acercaron a reclamar que se les dejara cumplir con su tarea, argumentando las legítimas razones para el monitoreo.
Qué los impulsó a realizar esta iniciativa, fue la consulta que se le formuló a Leónidas Chiqui Hermiaga, referente del Movimiento Dorrego. Según señaló este militante, “como agrupación política bonaerense pensamos que, históricamente, desde las luchas entre unitarios y federales, la Provincia de Buenos Aires estuvo entre enfrentada y alejada de los procesos nacionales. Esta distancia también se pudo ver en los últimos años, y como movimiento de la Provincia que acompaña el proceso nacional y popular, consideramos que ayudar a relevar los ‘Precios Cuidados’ era central para la actual disputa entre salarios y rentabilidad empresaria”. Asimismo, agregó que “en su discurso del pasado primero de marzo, la presidenta Cristina Kirchner nos pidió a los ciudadanos que la ayudásemos, ya que sola no podía. Creímos que trabajar para exhibirle al Gobierno y a la sociedad el cumplimiento por parte de las cadenas de supermercados, era una forma no sólo de ayudar al correcto funcionamiento del programa, sino también del proceso que el Gobierno viene llevando en el país desde 2003”.
Lanús, cara y ceca
El Partido de Lanús, ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires, terminó siendo un caso testigo del dispar cumplimiento del acuerdo: allí se pudieron ver algunos de los mejores y peores casos del programa. Según señalaron los participantes del relevamiento, el gerente de la sucursal de Carrefour de Hipólito Yrigoyen 4435 –que por su ubicación frente a la estación de tren es una de las más concurridas– fue muy atento y exhibió una gran predisposición para que pudieran desarrollar su tarea, mostrándose incluso interesado en que los resultados se difundan, afirmando que los ayudaba a que la gente sepa que allí se respetaba el acuerdo. De hecho, en esta sucursal los productos del acuerdo se exhibían en punta de góndola, las cuales, por estratégica su ubicación, se alquilan a altas sumas a las principales marcas. Incluso, este gerente sostuvo que gracias al programa habían triplicado y, en algunos casos cuadruplicado, el volumen de ventas de esos productos.
Pero en el mismo partido, más precisamente en la localidad de Remedios de Escalada, los encargados del relevamiento pudieron observar un caso opuesto en el Coto de Hipólito Yrigoyen y Caputo. Allí, el gerente les impidió cumplir con su tarea, y los “invitó” a retirarse sin dejarlos realizar el monitoreo.

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