viernes, 11 de abril de 2014

"Las demandas no son gremiales, tienen que ver con decisiones de política económica"

Entrevista con el periodista especializado en temas sindicales, Mariano Martín. ¿Qué significa que un paro es político?
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Por Nahuel Placanica
AGENCIA PACO URONDO: ¿Es un paro político? ¿Qué se quiere decir cuando se dice que un paro es “político”?
Mariano Martín: Un paro político tiene varias aristas. Se puede pensar en un paro partidario, cosa que es bastante poco frecuente en la Argentina. No encuadra en este caso. Aunque todos los protagonistas del paro tienen vinculación con alguna fuerza política. Barrionuevo de modo más explícito y Moyano menos, tienen expectativas en Sergio Massa. Los protagonistas dijeron además que es un paro político porque las demandas no están en el plano gremial sino que tienen que ver con decisiones de política económica, como es el impuesto a las Ganancias, los fondos de las Obras Sociales o el freno a la inflación. Después, está la consideración lógica de que cualquier medida adoptada por un colectivo tiene una lectura política, aunque en este caso no tiene una lectura partidaria. El paro no puede asociarse directamente a Massa.
APU: ¿Qué rol juega el sindicalismo de izquierda o “combativo”, como se definen esos sectores?
MM: Tomo como antecedente el paro de noviembre de 2012. Ahí fue importante. Sucede que el sindicalismo de base, más vinculados con fuerzas de izquierda, como PTS o PO, tiene control de las comisiones internas de muchas fábricas. Es un rol importante. Suelen plegarse a medidas de este tipo aunque tengan una posición crítica de las conducciones de los gremios que conducen la protesta.
APU: Esos sectores de izquierda además se suman a la medida con cortes de accesos. ¿Cómo es recibida esa “colaboración” por los gremios más ortodoxos?
MM: Hay una cosa gatopardista. Por un lado, Moyano se muestra mesurado, mientras que Barrionuevo y los sectores de izquierda muestran un costado más duro. Los piquetes parten de los sectores de izquierda y de gremios más vinculados con la movilización callejera y la protesta pública. Pienso en la CTA de Pablo Micheli, cuya fuerza está más en ese lado que en la parálisis de actividades, ya que es un gremio con impacto bajo en el sector público.
APU: En cuanto al sindicalismo más cercano al Gobierno: ¿Cómo está actuando en este contexto?
MM: Funcionan de un modo muy característico en el sindicalismo más tradicional. Gremios como UOM y UOCRA, asociados al Gobierno, por un lado aparecen criticando la medida, pero también se aprovechan de la medida para obtener ventajas. Así pasó con los mercantiles, que ante la amenaza de que algunas seccionales se plegaran al paro, logró algunos puntos más en la negociación paritaria. Es un juego que siempre utilizaron los gremios más burocráticos o tradicionales, que en los 90 usaban al propio Moyano para negociar.
APU: ¿El Gobierno está tomando medidas para mitigar los efectos del paro?
MM: Por ahora son movimientos políticos y simbólicos. Por ejemplo, apurar las paritarias. Por eso se apuró Comercio, que incluye un millón de trabajadores, se apuró Bancarios, que son 200 mil afiliados. El Gobierno quiere mostrar públicamente que no tiene sentido la medida de fuerza mientras están avanzando las paritarias sin tope. Después está la cuestión declarativa de los funcionarios que buscan relacionar el paro con algún sector político. El paro va a ser importante por la adhesión de los trabajadores del transporte (ferroviarios y colectiveros).

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