domingo, 29 de septiembre de 2013

"El conflicto con el sindicalismo se radicalizó y no encontramos puntos de mediación"

Segunda parte de la entrevista a Roberto Perdía. Aborda el gobierno de Isabel, la relación con el sindicalismo y el camino recorrido en los primeros años de la democracia. Por Nahuel Placanica I APU: En el gobierno de Isabel hay una discusión con Celestino Rodrigo y un paro de la CGT. Ahí ustedes terminan coincidiendo con el sindicalismo. Roberto Perdía: Ceferino Reato plantea que el Golpe de Estado tiene que ver con Formosa. Yo creo que tiene que ver con EE.UU queriendo recuperar su poder en la zona. Si EE.UU. y el poder económico interno hubieran logrado mantener sus objetivos sin golpe de estado lo hubieran hecho, porque no les interesaba el golpe en sí mismo sino poder imponer ciertas políticas. Intentaron hacerlo con el gobierno de Isabel, a través de Celestino Rodrigo. Sus medidas provocaron una repulsa en todo el país, fundamentalmente de los trabajadores y los sindicatos. El sindicalismo se puso al frente de la lucha. APU: ¿Cómo pensaban esa espiral de conflicto con el sindicalismo? ¿Tiene alguna autocrítica? Roberto Perdía: Creo que ahí hubo errores, se radicalizó el conflicto con el aparato sindical y no encontramos puntos de mediación. Después de Ezeiza, tuve una reunión con Lorenzo Miguel en la casa de Juan Manuel Abal Medina. Me planteó que ellos no habían ido a Ezeiza con ese pensamiento. Recordemos que durante la campaña electoral previa, de diciembre del 72 a marzo del 73, había habido miles de actos con millones de participantes sin un solo muerto. Lorenzo Miguel me trasmite que alguien se volvió loco y dijo, “el petiso se cree Napoleón”, por Rucci. Evidentemente más allá de ese aparato sindical, habían otras intenciones que circulaban por dentro del mismo. Esas otras intenciones se fueron imponiendo. Cada vez que queríamos buscar un punto de acuerdo, pasaba algo que lo impedía. APU: Después de la dictadura, está la experiencia de Intransigencia y Movilización ¿Qué significaba este proyecto? Roberto Perdía: Previo a eso, una breve síntesis de lo que significó el regreso a la democracia. En el exilio durante la dictadura estábamos legitimados por la propia situación política interna. Cuando triunfa Alfonsín, a los pocos días de haber asumido firma dos decretos, el 157 y el 158. El primer decreto es de persecución a nosotros, a lo que era la conducción de Montoneros más un par de compañeros del PRT. El segundo, hace lo mismo respecto de las juntas militares. Ahí exhibe lo que después se llamó la teoría de los dos demonios. Nos obligó a permanecer en el exilio. Luego Firmenich es detenido en Río de Janeiro, lo traen y se desarrollan una serie de contradicciones. Nosotros perdemos el rumbo en ese momento, no alcanzamos a percibir en profundidad lo que significaba. EE.UU, frente a su imposibilidad de mantener la situación, concede las elecciones pero era una democracia condicionada. Mientras hay rupturas desde el punto de vista de las libertades democráticas, no ocurre lo mismo desde el punto de vista económico. Ese fenómeno recorrió todo el período y vació a la democracia de contenidos populares. En ese camino, también nosotros desde Montoneros, cometimos varios errores. El error fundamental fue no haber comprendido la profundidad de ese fenómeno. En ese marco, nosotros seguíamos peleando por la conducción del propio Partido Justicialista, cuando el propio PJ desde el año 73 había entrado en una crisis terminal. En la medida que empezó a adaptarse a las formas del modelo neoliberal fue perdiendo su carácter transformador. Esa situación llega hasta el día de hoy y se fue agudizando al punto tal que hoy todo es peronismo sin saber qué es el peronismo en realidad. En ese marco de lucha interna dentro del peronismo, nosotros creamos una corriente llamada Intransigencia y Movilización Peronista. Esta corriente tuvo hechos importantes: un acto que se realizó en la cancha de Atlanta con 20 mil compañeros, todavía durante la vigencia de la dictadura, y un acto que se realizó en Castro Barros, en la Federación de Box con miles de compañeros. En ese entonces, la dictadura todavía estaba viva y producto de esos avances, responde con situaciones represivas que terminaron con el asesinato del compañero Yaguer en Córdoba y de Cambiasso en Rosario. El 16 de diciembre de 1982 con esa gigantesca movilización a Plaza de Mayo se arranca a la dictadura el compromiso de las elecciones. Como no conseguimos una transformación de fondo a la resistencia vino la respuesta de estas nuevas democracias condicionadas que impuso el poder económico que terminan en el 2001 con aquellas movilizaciones de las rebeldías de aquel entonces.

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