lunes, 24 de junio de 2013

El vecino de Perón: Castro y la estigmatización de la juventud militante Por Conrado Yasenza*

El 20 de Junio pasado – el día de la bandera, día en el que el patriota murió en su lecho de pobreza- se cumplieron 40 años del regreso definitivo del general Perón a la Argentina tras 18 años de exilio en España. El monopolio que, a través de la judicialización, mantiene frenada una parte central de la Ley de Medios (fundamentalmente el artículo 45 de la ley 26.522, en los puntos que limitan la multiplicidad de licencias de televisión por cable) puso al aire en su señal televisiva TN, una entrevista realizada por Nelson Castro en la que cabe la pena detenerse unos minutos. Hasta en el montaje telemático aparentemente más candoroso se oculta la Hydra. La necesidad de TN y Nelson Castro en particular, de asociar a los movimientos políticos juveniles con el accionar violento, amedrentatorio, vejador de la propiedad privada e irreverente ante la autoridad, demuestra índices preocupantes de genuflexión y forzamiento contra-fáctico de simetrías históricas que colocan a Castro a la vanguardia del antiperonismo confeso que promueve la condena de las militancias populares. Tras el telón de fondo de una "investigación histórica" el periodista "objetivo e independiente" realizó una entrevista a un señor histriónico de nombre Harry (creo, no recuerdo bien ahora) a quien presentó como el vecino de Perón en Gaspar Campos. Este vecino es, obviamente, antiperonista pero a su vez parece simpático también -conocemos esa simpatía, parecida a la risa de las hienas-. La entrevista se justifica porque con su filmadora personal el histrión posee imágenes inéditas de Perón. El vecino en cuestión ha registrado los acontecimientos históricos que constituyen el primer regreso de Perón a la Argentina, producido el 17 de Noviembre de 1972 -Perón permaneció en el país poco más de un mes al cabo del cual regresó a Madrid- y luego ya su retorno definitivo el 20 de junio de 1973. El "vecino de Perón" filma todo lo que puede -dice estar con la cámara detrás de su ventana y puerta, 24 horas al día- y en la entrevista que Castro le realiza al burgués gentilhombre, éste manifiesta que las juventudes de FAR y Montoneros -que acudieron en vigilia a la residencia de Gaspar Campos porque existía el fuerte rumor de que Lanusse atentaría contra Perón- producen destrozos en la zona, en las propiedades privadas de los vecinos y en la suya, acampan, prenden fuego, pintan paredes, tiran abajo paredones y cuando se retiran, el tranquilo vecindario de Vicente López queda arrasado y destruido como si allí se hubiese librado una feroz refriega, un temible combate. Luego, en otro pasaje de la filmación, apunta la llegada de la Juventud Peronista liderada por Dante Gullo, quienes se hacen presentes en el lugar para "rescatar a Perón del secuestro que padecía a manos de López Rega". Y entonces, de nuevo: El simpático personaje afirma: Teníamos miedo por la actitud de los jóvenes, sí en ese momento tuvimos mucho miedo. Y luego retorna a la sonrisa, la chanza y se da dique con un supuesto chiste que Perón le hace, saliendo a la calle y a su encuentro, el día después de haber ganado las elecciones con el 66% de los votos. (El chiste es que el buen vecino, antiperonista, se va de viaje al día siguiente de la elección popular de Perón como Presidente de la República y mientras el tal Harry charla con la custodia del General pidiendo que le cuiden a la familia, Perón va a su encuentro y le pregunta si se va de viaje ante lo cual el vecino responde que sí; Perón repregunta: ¿Y por mucho tiempo? No general, una semanita, le responde el vecino antiperonista ante la risa de todos) La doble operación que monta TN y Castro es la de una novedosa historiografía de la fenomenología de las violencias peronistas junto a la advertencia que realiza a la presidenta de la Nación como máxima responsable de la conducción política del kirchnerismo: “Usted debería ver esto, señora presidenta, y recordarlo. Porque si lo vivió, se lo olvidó" advierte Nelson Castro en el cierre de su programa El juego limpio, luego de haber presentado las imágenes inéditas que grabó un vecino de Juan Domingo Perón. Así opera el poder comunicacional mediante la creación de “monstruos” sociales que asolan las calles de la ciudad ante la indefensión de los ciudadanos; construyendo falsos paralelos históricos para condenar el conflicto, la tensión, la participación y la vida que la política le imprime a las sociedades; señalando acciones asociadas a militancias que “subvierten” la paz social. Y el causante de todos estos males tiene un nombre: peronismo-kirchnerismo. Me refería a la simetría -sin dialéctica alguna – contra-fáctica que intenta establecer Castro tratando, y tras el maquillaje de un supuesto e ingenuo reportaje al vecino de Perón, vincular forzadamente el clima de violencia política que existía en el país, perpetrado fundamentalmente por la dictadura de Lanusse que persiguió y asesinó a militantes vinculados al peronismo y a las fuerzas sociales movilizadas, con los jóvenes militantes de hoy (¿La Cámpora?). Recordemos que durante la dictadura de Lanusse ocurrió la masacre de Trelew. El dictador, además de violentar a la sociedad desde el Estado, intentó mediante la cláusula del 25 de agosto del 72, seguir proscribiendo a Perón, separarlo del pueblo y las organizaciones armadas e institucionalizar la "Revolución Argentina" con una propuesta de salida electoral acordada con los partidos políticos incluido parte del peronismo, conocida como el GAN (Gran Acuerdo Nacional). Este es el periodismo independiente que como en el 55, 56, 73, 76 y hasta nuestros días, no tolera los procesos de movilización social y militante como producto de gobiernos populares en los que la Juventud tiene una participación relevante que funciona no como catalizador de los mismos sino como actor social que agiliza y dinamiza esos procesos. Pero para el periodismo de derecha e independiente, que en los 90 se arropó con el falso atuendo del progresismo, representado por los Castro, Morales Solá, Van der Kooy, Lanata y tantos, esa juventud es peligrosa, violenta; atenta contra la paz y el orden de la República y merece ser nuevamente estigmatizada y castigada. La supuesta "investigación histórica" revestida con ornamentos de color angelical, funciona como elemento que reinstala esa necesidad de condena y castigo. El poder mediático-comunicacional, a través de sus "periodistas estrella" está buscando un verdugo. Lo sostengo: Este periodismo mata, aun agonizando. *Periodista. Dtor. de la Revista de Cultura y Política, La Tecl@ Eñe http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene

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