domingo, 30 de junio de 2013

Cristina, al frente de la única fuerza nacional Por Miradas al Sur contacto@miradasalsur.com

Desde La Paternal para todo el país. Cristina Fernández de Kirchner eligió un barrio porteño para el puntapié inicial de la campaña por las PASO. En el mítico club desde el que surgieron talentos como Diego Maradona, Fernando Redondo, Juampi Sorín o Juan Román Riquelme, la Presidenta presentó a los candidatos de todos los distritos en los que competirá el Frente Para la Victoria. El acto tuvo varios aspectos a destacar. El primero es que el resto de las expresiones políticas sólo lograron conformar espacios provinciales o de un grupo de provincias. El kirchnerismo, en cambio, puso de relieve un espacio –diverso, incluso con visiones contradictorias sobre muchos aspectos– que convive bajo el liderazgo de Cristina. La prensa opositora trata de destacar la importancia de la candidatura de Sergio Massa como un fenómeno al que, aun antes de que Massa hable, ya se quiere bautizar como el massismo y en un gesto de apresuramiento se pretende mostrar como la expresión genuina del post kirchnerismo. La realidad es que el Frente Renovador no logró trasponer los límites del desde ya importante distrito bonaerense y que el PRO se quedó sin cruzar la General Paz, ya que Massa cuidó celosamente su terreno antes aún de que saliera al ruedo. En sus primeras palabras, Cristina destacó que se hallaban presentes las 23 provincias argentinas además de los representantes de la Capital. En el acto se lanzó además un lema que el kirchnerismo utilizará en todo el país: “Elegir para seguir creciendo”. El segundo aspecto a tener presente es que el acto se haya realizado en el distrito metropolitano. En menos de una semana, Cristina se mostró dos veces en la Ciudad de Buenos Aires: primero en el Hospital Churruca, en Parque Patricios, para acompañar a los candidatos metropolitanos y bonaerenses. No se puede omitir que los candidatos kircheristas en la Capital enfrentan ahora un escenario distinto porque la aparición del espacio UNEN (donde conviven desde Lilita Carrió hasta Victoria Donda) puede concitar la atención del voto del PRO. El gran desafío para el kirchnerismo consiste hoy en retener los votos propios y ver si puede dar la sorpresa en un distrito que le es tradicionalmente hostil. Cuenta con una ventaja: la imagen consolidada de Daniel Filmus. Pero debe lograr una acción conjunta de los distintos sectores que confluyen en el kirchnerismo, cosa que no sucedió en las elecciones a jefe de Gobierno de 2011. Tercer tema interesante: Cristina remarcó que los del Frente no son “sus candidatos” sino los “del proyecto nacional”. La oposición, mediante variados voceros, intenta presentar al kirchnerismo como un conjunto disciplinado a la Presidenta y no como una construcción política que tiene tensiones pero también un liderazgo. Algo que no han logrado otros espacios, ni siquiera el radicalismo que todavía no logra despegar de contar con dirigentes que recelan al máximo sus propios porotos distritales. En cuarto lugar, cabe preguntarse qué quiso decir Cristina cuando afirmó “Tenemos que ganar otra década más”, en relación con una agenda que buena parte de la prensa opositora considera como eje de la cobertura del acto de Argentinos Juniors. En efecto, Cristina enumeró varias de las medidas tomadas por los gobiernos de Néstor Kirchner y de ella en estos diez años, desde la política de la deuda externa hasta el conocido episodio de la Fragata Libertad retenida en Ghana. La Presidenta recordó que, finalmente, las autoridades judiciales del país africano impusieron los gastos a NML Elliot, el fondo especulativo que inició la demanda. Fue un bumerán para los especuladores; además, buena parte de la prensa opositora, que en aquel momento regó editoriales de claro corte cipayo, ahora esquiva hablar del tema. Quinto tema: el crecimiento. Los indicadores oficiales y buena parte de los analistas económicos de consultoras privadas muestran un momento mejor que el previsto tres o cuatro meses atrás, al menos en los números macroeconómicos y con el empuje de la construcción, que ocupa mano de obra y dinamiza otros sectores. El fantasma de la mala cosecha electoral de 2009 del Frente Para la Victoria tiene una pata fuerte en el impacto de la crisis financiera y económica que se inició en Europa y Estados Unidos en 2008. La situación actual –muy compleja, que merece un análisis más detenido– le permite al kirchnerismo pensar en hacer obras importantes en estos tiempos. Es irrefutable: en tiempos electorales “obras son amores y también buenas razones” para lograr un buen caudal electoral. Sexto: “la humildad”. Cristina destacó esa virtud como necesaria y se puso ronca al decir que se rompe el alma para gobernar todos los días del año. Un punto fuerte incuestionable. Lo no dicho: el humor social. Hasta hace unos días existían incógnitas respecto de si se elegirían miembros para el Consejo de la Magistratura en las boletas de las PASO y las legislativas del 11 de agosto y del 27 de octubre, respectivamente. La Corte decidió cortar esa posibilidad. Cristina afirmó que va “a insistir en la democratización de la Justicia por el voto popular”. Queda ahora por verse cómo va a fallar la Corte respecto de la ley de medios. Si el máximo tribunal de Justicia no avala la constitucionalidad de esa norma, probablemente se vivan momentos de tensión porque sería un desafío mayúsculo, no sólo al Gobierno sino al Estado de Derecho. Pero más allá de las vicisitudes de los meses por venir, contamos con un dato duro: la oferta electoral está clara pues habrá desde una fuerza nacional bastante homogénea hasta propuestas y figuras que no trasciendan lo local o lo provincial. Eso es así, y nada tiene de malo en unas legislativas. Lo que además muchos votarán en esta oportunidad es si quieren seguir gobernados por el kirchnerismo o quieren que llegue otro, aun sin saber qué programas o qué aliados tienen los dirigentes que, de acá a 2015, se postulen para guiar políticamente la Argentina. Sí: de algún modo, en las PASO y en las legislativas habrá una suerte de plebiscito. Cristina no habló de la re-reelección y quiere que la agenda se centre sobre los hechos y los logros. Buena parte de la sociedad acompaña esa idea. Otros sectores –que aún no logran articular propuestas y esperan ver cómo queda el tablero el 28 de octubre– se siguen basando fundamentalmente en el rechazo a la Presidenta. Y también hay sectores de la sociedad que acompañan visceralmente ese discurso. La gran pregunta es cuántos millones de voluntades se agrupan detrás de una y otra propuesta. Quizá, la razón y la emoción se den la mano y en estos meses se pueda debatir, intercambiar ideas, sumar, coincidir y empezar a romper moldes. Es difícil pensar una dirigencia política que pueda inaugurar un discurso sin enunciar de qué lado elige estar el elector. Es difícil pensar una dirigencia que interpele las prioridades y se pregunte primero de qué lado está el elector y luego aclare de qué lado está el candidato. 30/06/13 Miradas al Sur

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