viernes, 29 de marzo de 2013

MURIAS (Y NOSOTROS) ESPERAMOS.

EN LA PRIMERA LISTA DE FRANCISCO NO FIGURO EL CURA MURIAS Beatifican a curas europeos Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén, para la Iglesia, ahora es un mártir. El Papa beatificó a 58 sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil Española y a un italiano que ayudó a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, pero no al cordobés Carlos de Dios Murias, torturado y asesinado por la dictadura. El papa Francisco beatificó ayer a 58 sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil Española y a un italiano que ayudó a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y después murió a manos de los nazis, entre otros. Los sacerdotes son ahora considerados “mártires” y están más cerca de la santidad. La decisión, la primera de este tipo del nuevo papa, fue tomada el miércoles, pero anunciada ayer por el Vaticano, al señalar que el papa argentino aprobó un milagro, 62 martirios y siete virtudes heroicas en distintas causas, tras recibir al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato. Sin embargo, el Papa no beatificó al sacerdote cordobés Carlos de Dios Murias, torturado y asesinado en La Rioja en 1976 por la dictadura militar, como estaba anunciado. Según antiguas declaraciones del portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, Murias hubiera sido el primer beato proclamado por Bergoglio, quien ya había aprobado su canonización en mayo de 2011 cuando estaba al frente de la Conferencia Episcopal Argentina y enviado el pedido al Vaticano. “La causa para la canonización la comenzó Bergoglio en mayo de 2011, cuando firmó los papeles correspondientes. Y lo hizo con discreción para evitar ser bloqueado por otros obispos argentinos, que aún se oponen a iniciativas similares basadas en el compromiso social de los sacerdotes”, afirmó al diario La Stampa el padre Carlos Trovarelli, ministro provincial de los Frailes Menores Conventuales en Argentina y Uruguay. En el caso de los españoles, el Papa decretó el “martirio” de Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén, España, y de cinco compañeros, “muertos por odio a la fe en España, en 1936”, durante la Guerra Civil Española con lo que son ahora considerados mártires y están más cerca de la canonización. Manuel Basulto Jiménez es el sacerdote español de más alto rango beatificado por el papa argentino. El papa argentino aprobó también el martirio de Joaquín Jovani Marín y 14 compañeros de la Sociedad de los Sacerdotes Operarios Diocesanos –muertos entre 1936 y 1938–, y del sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, Andrés de Palazuelo, y de otros 31 religiosos. Para llegar a la declaración de canonización existen dos caminos: la vía de las virtudes heroicas y la del martirio; es decir que la persona haya muerto en defensa de su fe. Con la declaración del martirio, los religiosos ya no necesitan de la confirmación de un milagro y quedan declarados beatos, el escalón anterior a la santidad. Francisco también reconoció el martirio de los italianos Giuseppe Girotti, que murió en el campo de concentración nazi de Dachau, y Rolando Rivi, asesinado por los partisanos en 1945, así como de otros tres sacerdotes muertos durante los regímenes comunistas de Hungría y Rumania en los años ’50 del siglo pasado. Carlos Murias nació en 1945 en Córdoba. Luego de una carrera militar, ingresó al seminario y posteriormente fue ordenado sacerdote por Enrique Angelelli, el obispo militante de La Rioja, famoso por su cuidado pastoral de campesinos. Fue un cura tercermundista y, según relató su hermana, Marta Murias, “seguía los postulados del Concilio Vaticano Segundo, la opción por los pobres, igual que el obispo Enrique Angelelli, a quien conocía desde los 14 años”. Por eso, Murias fue enviado para ayudar a los agricultores en un pequeño pueblo llamado El Chamical, junto con el sacerdote francés Gabriel Longueville. Pero ya con los militares en el poder, comenzó a recibir avisos, citaciones en los cuarteles donde los soldados le advertían: “No es la Iglesia en la que creemos”. Justamente por su postura política y su cercanía con Angelelli en la noche del 18 de julio de 1976 fue secuestrado junto al párroco francés Longueville en la parroquia El Salvador, de El Chamical. Fueron torturados y aparecieron fusilados 48 horas después cerca de las vías del tren. A los 15 días, Angelelli también fue asesinado y su muerte hecha pasar por un accidente de auto. El 7 de diciembre del año pasado, el Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó a prisión perpetua por el secuestro y fusilamiento de los dos curas tercermundistas al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez, al vicecomodoro Luis Fernando Estrella y al ex comisario riojano Domingo Benito Vera. 29/03/13 Página|12 GB

No hay comentarios:

Publicar un comentario