¿De dónde salió Chávez? El Caracazo y el golpe del '92

Por Joaquín Espert I En 1989 un estallido social hizo tambalear al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Tres años después, un fallido golpe de Estado lanzó al primer plano de la política venezolana al teniente coronel Hugo Chávez Frías. En enero de 1989 Carlos Andrés Pérez asumió como presidente de Venezuela, en el marco de la alternancia pactada entre los partidos AD y COPEI. Pérez se enfrentaba a una situación de empeoramiento de los indicadores sociales, pero venía precedido por los logros alcanzados durante su anterior gestión, entre 1974 y 1979. Sin embargo esta vez aplicaría nuevas recetas. El 16 de febrero el Presidente anunció el “Paquetazo”, un plan de ajuste aconsejado por el Fondo Monetario Internacional. Las medidas incluían un aumento de los combustibles que derivó en un incremento del precio del transporte público. El proceso de empobrecimiento general se aceleró y el 27 de febrero protestas y saqueos se extendieron por todo el país. En Caracas los pobres bajaron de sus barrios en los cerros para ocupar el centro de la ciudad. El Gobierno declaró el estado de excepción y ordenó a la Guardia Nacional y al Ejército que desalojara a los manifestantes. El 28 de febrero el avance de las fuerzas represivas dejó un saldo de al menos 300 muertos. La represión alcanzó para desactivar el Caracazo, pero el desprecio popular hacia el gobierno de Pérez siguió en aumento, acrecentado por las abundantes denuncias de corrupción. Ante ese escenario, un grupo de jóvenes militares intentó en 1992 poner fin a la experiencia neoliberal a través de un golpe de Estado. La rebelión militar fracasó y fue Hugo Chávez Frías, uno de los líderes de la maniobra, el que se encargó de anunciar la rendición. “Ante el país y ante ustedes asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano”, expresó Chávez ante las cámaras de televisión. Aquella declaración lo colocaría como la principal figura frente a un sistema político agotado. Tras dos años en la cárcel, Chávez fue indultado por el presidente Rafael Caldera (1994-1999). A su salida de prisión encaró la campaña para ser finalmente electo en 1998 con la promesa de terminar con la llamada “Cuarta República”, el país construido durante medio siglo por los partidos tradicionales.