martes, 12 de febrero de 2013

BENEDICTO CANSADO

A PARTIR DEL 28 DE FEBRERO, EL PAPA ALEMAN ABANDONA EL CARGO ALEGANDO “FALTA DE FUERZAS” Benedicto XVI renuncia a su pontificado y sorprende a todos El Papa, de 85 años, dijo que se reconoce incapaz de ejercer bien el ministerio de Pedro porque disminuyó el vigor “tanto del cuerpo como del espíritu”. Se abre un nuevo capítulo para la Iglesia. Por Elena Llorente Desde Roma Con una decisión sin precedentes, al menos en los últimos 600 años de la historia de la Iglesia Católica, el papa Benedicto XVI renunció a su cargo de pontífice ayer, una medida que tomó por sorpresa a los cardenales que lo acompañaban durante la mañana, según ellos mismos declararon. Pero más sorpresa causó aún entre los fieles, muchos de los cuales se dieron cita en la plaza San Pedro ante semejante noticia, manifestando de una u otra manera su incertidumbre y desazón. Benedicto XVI lo anunció en un breve mensaje en latín: el 28 de febrero a las 20 pasará a ser nuevamente Joseph Ratzinger. El pontífice leyó su mensaje a la Iglesia y a los fieles en torno de las 11.30-11.40 de la mañana de ayer, contó el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, en la posterior rueda de prensa. Lo hizo al concluirse el consistorio, al que asistían varios cardenales, para las causas de canonización en curso. “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio de Pedro”, dijo. Según el Papa, para cumplir hoy con la misión de la Iglesia hace falta mucho vigor, “tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”. Las versiones sobre una eventual enfermedad de Benedicto XVI circularon velozmente. Se dijo que tenía problemas de artritis y cardíacos, pero a los casi 86 años no parecían cosas extraordinarias. Sin embargo, las declaraciones a Rai News, el canal de noticias de la RAI, del periodista Gian Lugi Nuzzi, que hace algunos meses publicó un libro que fue un escándalo, Las cartas secretas de Benedicto XVI –con documentos que le dio el mayordomo del Papa– y que se supone es un personaje muy informado sobre el Vaticano, hicieron pensar que se trataba de algo más serio. “Sí, el Papa está enfermo”, confirmó Nuzzi, dando a entender que tenía noticias de buena fuente. ¿Por que renunció antes de Semana Santa?, se preguntan muchos. Tal vez porque no tendría fuerzas para afrontar la cantidad de misas, procesiones y actos públicos que debería afrontar en esos días, dado que esos días, junto a la Navidad, son las celebraciones más importantes de la Iglesia Católica en Roma. Según contó el padre Lombardi en el encuentro con la prensa, todos los cardenales fueron tomados por sorpresa y él mismo también. El Código de Derecho Canónico contempla la posibilidad de que un papa renuncie a su cargo y no tiene que esperar la aceptación de parte de nadie. Debe, simplemente, comunicarlo como lo hizo. Pero aunque esto está contemplado en las leyes vaticanas, lo cierto es que el mundo católico no está acostumbrado a tener dos papas, uno retirado y otro en ejercicio, como ocurrirá cuando el nuevo pontífice sea elegido por el cónclave convocado para el mes de marzo. “Es posible que para Semana Santa tengamos un nuevo papa”, dijo Lombardi. El único que reconoce haber sabido de esta decisión es el hermano de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, que vive en Alemania y es sacerdote. “Yo sabía de esta decisión”, declaró al diario alemán Die Welt. Pero el mismo Papa había insinuado esta posibilidad en un libro-entrevista que un periodista alemán le hizo hace algunos años y que hoy el portavoz Lombardi sacó a relucir. El periodista le preguntaba si existía la posibilidad de que alguna vez renunciara a su cargo. Y él dijo claramente que sí, pero que no lo haría jamás en un momento de crisis y graves problemas para la Iglesia, sino en un momento tranquilo y después de una profunda reflexión. Cuánto puede condicionar la elección del nuevo papa el hecho de que el precedente esté aún vivo es una pregunta que muchos se hacen. Pero Lombardi salió al encuentro de esta duda subrayando “que con su renuncia Benedicto XVI no tiene intenciones de condicionar a sus sucesores” ni inducirlos a que sigan su ejemplo, renunciando cuando llegan a una cierta edad. Nacido en Marktl am Inn, Alemania, el 16 de abril de 1927, gran estudioso de teología, ex profesor universitario, durante el pontificado de Juan Pablo II dirigió la Congregación para la Doctrina de la Fe –máximo organismo vaticano en materia de fe–, amante de la música clásica –él mismo toca el piano–, hombre tímido y por eso de rígida apariencia, conservador en la mayor parte de sus principios, Ratzinger ha sabido profundizar muchos aspectos religiosos y morales que la Iglesia contemporánea había descuidado, dicen los expertos católicos. Abordó temas delicadísimos y que la Iglesia había tenido reticencia en enfrentar, como el de los abusos sexuales por parte de sacerdotes. Supo reconocer sus errores con humildad, a diferencia de otros miembros de la Iglesia, como por ejemplo cuando viajó a América latina e hizo apreciaciones incorrectas sobre el tratamiento de los indígenas de parte de la Iglesia. Pero nunca logró el amor arrasador que los fieles demostraron a un líder carismático como fue Juan Pablo II. En el mundo político italiano, ocupadísimo en estos días en vistas de las elecciones del 24 y 25 de abril, la noticia fue recibida con mucho respeto. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, que se había visto con el pontífice hace algunos días, dijo que se trataba de una decisión “de gran coraje y responsabilidad”. En efecto, estas dos características fueron destacadas por todos los comentaristas. Hubo quien habló también de una verdadera revolución dentro del Vaticano. Otros destacaron el afán de transparencia que había perseguido en el seno de la Iglesia, mientras algunos no descartaron que las solapadas luchas internas dentro del Vaticano hubieran socavado su salud. Después del 28, el Papa pasará algunos días en Castel Gandolfo, la residencia veraniega de los pontífices a unos 40 kilómetros de Roma, para luego dedicarse a una vida “de oración, reflexión y estudio”, dijo él mismo, en un monasterio de monjas de clausura del Vaticano. Se espera, como dijo Lombardi, que para Semana Santa –24 al 31 de marzo– haya un nuevo papa, por lo cual el cónclave será convocado muy probablemente para los primeros días de marzo. TODOS LOS LIDERES OBLIGADOS A PRONUNCIARSE Una despedida con impacto mundial El sorpresivo anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI generó reacciones entre mandatarios de todo el mundo y representantes de la Iglesia Católica. Líderes europeos reaccionaron con sorpresa y respeto a la inesperada decisión de Joseph Ratzinger. El primer ministro italiano, Mario Monti, dijo desde Milán: “Estoy muy conmocionado por esta inesperada noticia”. El rey Juan Carlos I de España expresó su reconocimiento a la labor y la entrega del Papa alemán durante sus casi ocho años de pontificado y destacó la especial relación que mantuvo con su país, “reflejada en las tres memorables visitas” que realizó. Angela Merkel expresó su profundo respeto por la decisión del Papa: “Benedicto XVI tomó su decisión en bien de su iglesia y de las personas que la integran”, dijo la canciller alemana, de confesión protestante y quien elogió el diálogo entre las iglesias impulsado por Benedicto XVI. La mandataria de Alemania –país natal de Ratzinger– fue crítica con su compatriota en 2009, cuando exigió al Vaticano explicaciones por haber revocado la excomunión a cuatro obispos, entre ellos el obispo Richard Williamson, negacionista del Holocausto. También se refirió al tema el primer ministro del Reino Unido, el conservador David Cameron, quien afirmó: “Trabajó de forma incansable para fortalecer las relaciones entre el Reino Unido y la Santa Sede”. Desde París, el mandatario François Hollande consideró respetable la decisión del Papa, aunque no quiso extender su opinión al respecto: “No me corresponde a mí hacer comentarios sobre esta decisión que pertenece a la Iglesia”, dijo. Desde Estados Unidos, el presidente Barack Obama valoró la “labor conjunta” de su gobierno con Benedicto XVI y elevó plegarias en su nombre, tras la sorpresiva renuncia del sumo pontífice, indicó en un comunicado la Casa Blanca. En un comunicado, el presidente de Israel, Shimon Peres, destacó que Ratzinger tiene “la profundidad de un gran pensador, la sinceridad de un gran creyente, la pasión de un creador de paz y la sabiduría de entender los cambios en la historia sin cambiar sus valores”. “El secretario general siempre ha tenido un gran respeto por el Papa y por su trabajo en favor del diálogo interreligioso y otros retos globales”, afirmó el portavoz de la ONU, Martin Nesirky. “Estamos afectados y como huérfanos por esta decisión que nos llena de pena, pues nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su cercanía paternal”, dijo en un comunicado Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal arzobispo de Madrid y amigo personal de Joseph Ratzinger. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró que la renuncia del Papa “es un acto de coraje y también de consecuencia”. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) destacó la humildad y grandeza del pontífice. APUESTAS, ANALISIS, NOMBRES, AGENDAS Lecturas en el día del papadiós El Papa adelantó su adiós. Si la biología no indica lo contrario, pasará a retiro en vida e irá del pontificado a un convento. Ayer, analistas de todo el mundo comenzaron a buscarle sentido a una decisión inesperada. Por Martín Granovsky The Huffington Post en versión italiana informa sobre las apuestas en marcha. En la agencia Paddy Power Italia aventaja a Africa por 2,75 a 3,00 sobre el origen del próximo papa. En materia de nombres, el nigeriano Francis Arinze va cabeza a cabeza con el ghanés Peter Turkson y el canadiense Marc Ouellet. De los italianos, el mejor rankeado es el arzobispo de Milán Angelo Scola, seguido del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado. Incluso hay apuestas sobre el nombre que escogerá el sucesor de Benedicto: Pedro, Pío, Juan Pablo, Juan y Benedicto. - - - En The Guardian, el corresponsal Sam Jones escribe cinco temas para la agenda del pontificado que viene. El primero, métodos anticonceptivos y sida. Cita que por un lado Benedicto XVI pareció marcar una diferencia cuando, tres años atrás, dijo que el uso de preservativos es aceptable “en ciertos casos”. Por ejemplo, cuando una prostituta lo usa para protegerse del sida. Por otro lado, el ejemplo evita toda relación entre el preservativo y los métodos anticonceptivos y todo lazo entre condón y relaciones sexuales por puro placer. En 2009, durante un viaje por Africa, dijo que el preservativo no era un punto clave en la lucha de ese continente contra el sida. El segundo punto de la agenda es el abuso sexual dentro de la Iglesia, un tema que explotó públicamente durante su pontificado y no está resuelto. “Aunque habló de `vergüenza’ y de ‘delitos incalificables’ cometidos por sacerdotes pedófilos, muchos críticos piensan que el Vaticano todavía se muestra demasiado secretista y reticente en medio del conocimiento y de la investigación del abuso sexual”, dice el columnista de The Guardian. El tercer tema de agenda sería el compuesto por homosexualidad y matrimonio entre personas del mismo sexo. En su ultimo mensaje de Navidad, el Papa dijo que las actitudes modernas hacia la sexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo constituyen un ataque “contra la verdadera estructura de la familia, es decir, padre, madre e hijo”. El cuarto tema es el aborto. El canadiense Ouellet, prefecto para la Congregación de los Obispos, que puede ser considerado el tercer cargo en importancia dentro del Vaticano luego del Papa y el secretario de Estado, dijo en Quebec que interrumpir el embarazo es un “delito moral” incluso en caso de violación. Sobre el quinto tema, que trata del papel de las mujeres en la Iglesia, el Papa dijo en Roma en 2007 que “Jesús eligió 12 hombres y padres de la nueva Israel”. Y en abril de 2012 amonestó a los católicos partidarios de ordenar a mujeres en el sacerdocio o pregonar el celibato. - - - El teólogo Juan José Tamayo escribió en El País de ayer, edición online, que Benedicto XVI fue “el gran inquisidor”. “El Papa no ha sabido dar respuesta a los más de 1200 millones de católicos que hay en el planeta y que buscaban respuesta a cuestiones como la libertad de expresión y cátedra y ha limitado el pensamiento crítico de la Iglesia”, señaló. Y agregó: “El mayor problema ha sido la pederastia. Un asunto que ha sido el mayor escándalo de la historia del Cristianismo y que le estalló en las manos. Al principio impuso el silencio cuando era presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y luego tomó medidas tibias, sin aplicar las medidas que contempla el derecho canónico para estos casos y sin colaborar con los tribunales civiles”. - - - También en El País, Miguel Mora escribió una columna titulada “Los movimientos ultracatólicos ganan la partida”. Su argumento es que Benedicto intentó cierta limpieza pero fue débil o estaba poco convencido. Indicó sobre Ratzinger: “El ortodoxo cardenal alemán de alma tridentina ha sido durante su mandato un papa solo, intelectual, débil y arrepentido por los pecados, la suciedad y los delitos –él empleó estas dos palabras por primera vez– de la Iglesia, y rodeado de lobos ávidos de riqueza, poder e inmunidad. La Curia forjada en tiempos de (Juan Pablo II, Karol) Wojtyla era una reunión atrabiliaria de lo peor de cada diócesis, desde evasores fiscales hasta abogados de pederastas, pasando por contrarrevolucionarios latinoamericanos y por integristas de la peor especie. Esa curia digna de El Padrino III siempre vio con malos ojos los intentos de Ratzinger de hacer una limpieza a fondo, mientras los movimientos más pujantes y rentables, como los Legionarios, el Opus Dei y Comunión y Liberación, torpedeaban a conciencia cualquier atisbo de regeneración”. Scola, el arzobispo de Milán, pertenece justamente a Comunión y Liberación. - - - Vittorio Zucconi, en su blog del diario italiano La Repubblica, se preguntó si el de Benedicto es un gesto de humildad o, en cambio, lo contrario: el gesto de alguien que quiere evitar una agonía con exposición pública. Pero Zucconi rescata un punto. Sostiene que con su renuncia el Papa “creó un precedente en la historia moderna que ninguno de sus sucesores podrá ignorar y quedará abierta para todos, y siempre, la posibilidad de dimitir por motivos personales, de salud o por errores”. Según esta línea, “todos los hombres son falibles”. Y, como el Papa es un hombre, “el Papa es falible”. martin.granovsky@gmail.com Confusión en la plaza San Pedro Por Michel Day * Sólo dos meses después de la fanfarria del papa Benedicto sobre comunicarse con el mundo moderno a través de la red social Twitter, él eligió anunciar que renunciaba, en latín, ante un consejo de antiguos cardenales. Mientras la lluvia caía con fuerza del cielo gris en la plaza San Pedro, los fieles y los curiosos estaban confundidos sobre los eventos y los motivos del pontífice. Francesca Riga, de 24 años y de Calabria, al sur de Italia, quien está visitando Roma por una semana, dijo que escuchó las noticias de la renuncia del Papa minutos antes que otros turistas. “Estoy sorprendida. No sé qué decir. Pienso que probablemente está muy enfermo. El Papa no renunciaría por otro motivo”, manifestó. En la tarde, una tormenta cayó sobre la ciudad y los relámpagos iluminaron el cielo, causando multitudes cada vez más escasas para dispersar en la plaza San Pedro. Entre ellos estaban Alex y María Ruiz, una pareja mexicana de mediana edad. “Estamos muy tristes”, dijo el hombre. “Pero creo que el Papa debe tener una buena razón para irse. Esto no es normal. Pero debemos respetar su decisión”, sostuvo. Filippo, un conductor de taxi de 48 años, también estaba sorprendido. “Todavía no estoy seguro en relación a qué decir. Todavía estoy pasmado”, reflejó. Pero aseguró que está seguro de que la historia será amable con el papa Benedicto. “El no era un líder como Juan Pablo II, pero me gustó el hecho de que sea reservado, un hombre modesto y muy tradicional. No era muy extravagante pero eso es probablemente porque es alemán”, expresó. En las calles de Roma, algunos italianos expresaron satisfacción por la dimisión. * De The Independent. Especial para Página/12. ANTIGUO TRAMITE DE SUCESION La fumata obispal Por Jerome Taylor * La conmoción por la renuncia del papa Benedicto XVI puede ser por su carácter inusual, ya que se trata de su renuncia y no de su muerte, pero el sistema que elegirá al nuevo líder de la Iglesia Católica tiene siglos de buenos ensayos y reservada tradición. Es un proceso que ya cuenta, en general, con posibles sucesores que pueden ser electos rápidamente, por lo que podría haber nuevo pontífice consagrado antes de Semana Santa. La responsabilidad recae en el Colegio de Cardenales, que es convocado en secreto y donde los cardenales permanecen encerrados, dentro del Vaticano, hasta que un nuevo papa es elegido. Cada miembro, que debe ser menor de 80 años, jura guardar el secreto. Cada día se realizan dos votaciones en la mañana y dos en la tarde. Una vez que se cuentan, las boletas de votación son quemadas. Si un solo candidato recibe la mayoría de dos tercios, un nuevo papa es electo y el humo que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina cambia de negro a blanco. Históricamente, el cónclave papal debe reunirse después de 15 días y hasta 28 después de la muerte del Papa. Pero como Benedicto XVI eligió ceder el puesto, no es necesario el período de luto, lo que significaría que el Colegio de Cardenales se deba encontrar recién en la segunda semana de marzo como máximo. Y como no hay luto, pueden decidir encontrarse antes. Se especula mucho sobre quién será su sucesor. Dada la vasta mayoría de más de mil millones de católicos que actualmente viven en el mundo en desarrollo, hay expectativa ante la posibilidad de que el nuevo papa pueda ser un cardenal africano o latinoamericano. La dificultad en esas predicciones es que nadie más que los cardenales es testigo de lo que sucede en la Capilla Sixtina. Después de la muerte de Juan Pablo II, en 2005, muchos estaban convencidos de que el nuevo papa sería africano o latinoamericano. Pero el Colegio de Cardenales tiene un sesgo geográfico distinto, y por lo general alrededor de la mitad de ellos vota miembros que son de Europa. La elección de un papa que no sea blanco marcaría un quiebre radical en 1500 años de historia, teniendo en cuenta que han habido tres papas africanos, el último, el papa Gelasio I, murió en el año 496 a.C. Los dos africanos que encabezan la carrera, los cardenales Peter Turkson (de Ghana) y el nigeriano Francis Arinze tienen una historia de diálogo interreligioso con los musulmanes y podrían ayudar a construir puentes tras el mediocre ecumenismo del papa Benedicto XVI. Pero sus visiones ortodoxas sobre la homosexualidad causarían fricciones con los católicos más liberales en Occidente. La historia latinoamericana de liberación teológica hace que los cardenales más poderosos de ese continente puedan zanjar la división entre liberales y conservadores. En este caso, los candidatos principales parecen ser Odilo Scherer, arzobispo de San Pablo, o argentino Leonardo Sandri. * De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Romina Lascano. CAFIERO ASEGURO QUE NADIE ESPERABA EL ANUNCIO “Sorpresa” argentina El gobierno argentino no fue la excepción y, como gran parte del mundo, salió a manifestar ayer su sorpresa por el anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI. Lo hizo a través del embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, quien se mostró “sorprendido” por la noticia, pero afirmó que era una decisión que se debía respetar. “Siempre se lo notó con mucha fuerza, con ganas de ir adelante. Me siento sorprendido, pero son decisiones que se toman”, explicó Juan Pablo Cafiero. El embajador aseguró que en el Vaticano jamás había escuchado un rumor acerca de que el Papa estuviera evaluando la posibilidad de una renuncia anticipada a su cargo. “Para nada, por eso digo que el Papa nos dio una sorpresa a todos”, subrayó. En entrevistas radiales, Cafiero relató que Benedicto hizo el anuncio durante una ceremonia “hablando en latín, explicó que había hecho un examen de conciencia delante de Dios, que se había percatado o adquirido una certeza de que su fuerza, y por la edad avanzada, no estaba en condiciones de seguir de manera adecuada con su pontificado”. El embajador argentino, el único funcionario del Gobierno que habló sobre el tema, indicó que “es una decisión que, como él lo dice, la ha meditado y ha hecho su reflexión. Hay que respetar, obviamente, todo esto”. Agregó que “no habíamos detectado un cambio abrupto en su salud, para nada. Lo he visto bien, tenía viajes programados, una agenda para 2013”. Cuando se le preguntó sobre las posibilidades de que algún cardenal argentino pudiera suceder a Benedicto XVI, Cafiero contestó: “Cualquiera que yo opine, no creo que lo beneficie. No por mí, no es que yo tenga un grado de incidencia, cero, absolutamente cero. Pero si la política se mete, entorpece muchísimo a cualquier persona”. “Tenemos que ser respetuosos, ellos tienen su sistema de elección”, agregó. Finalmente, al ser consultado sobre los vínculos entre Argentina y la Santa Sede, en algún momento bastante conflictivo, sostuvo que “están muy bien, tenemos una buena relación. Tenemos temas para resolver, pero estamos bien, en un promedio normal”. Gracias del Episcopado La Conferencia Episcopal Argentina pidió a los católicos argentinos dar gracias a Dios por el “coraje y valentía” de Benedicto XVI para conducir la Iglesia en un mundo sujeto a “rápidas transformaciones”, tras el anuncio de renuncia. “Habiendo tomado conocimiento de la renuncia de Benedicto XVI como obispo de Roma y pastor supremo de la Iglesia, invitamos a todo el pueblo de Dios que peregrina en la Argentina a darle gracias por el don tan grande del ministerio del Santo Padre en estos ocho años”, sostuvo en un comunicado. “Debemos dar gracias por su magisterio, sus escritos, sus catequesis, su profunda sabiduría, su testimonio de oración y contemplación, y su coraje y valentía para conducir la Iglesia en el mundo de hoy, sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, tal como él mismo lo describe”, agregó. 12/02/13 Página|12 gb

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