martes, 4 de diciembre de 2012

CEO de Aluar: “Es el momento ideal para invertir en la Argentina para seguir creciendo”

Javier Madanes Quintanilla es el titular de Aluar, la única fábrica de alumnio del país y de una de las tres que controlan el mercado del neumático, dice que hay que el futuro de la minería está en el litio y las “tierras raras”.
El presidente de Fate-Aluar, Javier Madanes Quintanilla, cultiva un perfil inusualmente bajo para ser uno de los empresarios más poderosos de la Argentina. No suele hablar en público, mostrarse en actos oficiales ni participar de las reuniones semanales de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad que sin embargo intentó presidir casi dos años atrás, en una postulación que luego retiró.
Controlante de la única fábrica de aluminio del país y una de las tres que se reparten el mercado local de neumáticos, su familia tejió buenas relaciones con los gobiernos de turno durante más de 40 años y convirtió su polo fabril de Puerto Madryn en un complejo integrado con puerto y energía propios que es envidia de todo el establishment. En diálogo con BAE al margen de la 18va Conferencia Industrial de la UIA, Madanes opinó que “la inflación se resuelve con más inversión” y aseguró que pese al enfriamiento de la actividad del último año, el actual sigue siendo un momento propicio para esos desembolsos productivos.
En la cumbre industrial de la semana pasada, que cerraron la presidenta Cristina Fernández y su par brasileña Dilma Rousseff, Madanes presentó un informe sobre el futuro de la industria metalífera y la minería no convencional, con eje en el litio, las “tierras raras” y otros recursos que Argentina posee en abundancia pero todavía explota poco. Aunque irritó un poco a las multinacionales de la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM), que invirtieron cientos de miles de pesos en auspicios pero no hablaron en ningún panel del evento, la presentación del jefe de Aluar fue muy comentada entre los hombres de negocios, que ven oportunidades jugosas en todo lo relacionado con la energía fuera del mundo de los hidrocarburos.
–¿Tenemos que ser un país minero, como se proponen algunos gobernadores cordilleranos y patagónicos?
–Tenemos que ser un país de muchas cosas. Necesitamos minería, pero también industria, agro y servicios. Y preferentemente que se complementen. Hay que diversificar la matriz productiva, y para eso hace falta invertir.
–¿Es un buen momento para invertir?
–Yo creo que es “el” momento para invertir en Argentina. Hay que incrementar la inversión para seguir creciendo.
–Pero las multinacionales pusieron el pie en el freno por las trabas al giro de utilidades a sus países. ¿Lo notó?
–No creo que los puntos que más limiten la inversión sean las trabas a las remesas en el exterior. De todos modos, el empresario nacional es muy diferente al multinacional. Nosotros en los últimos años reinvertimos el 90% de las utilidades. Para el país, hay que encauzar todos los esfuerzos para incrementar la inversión.
–¿Algo de lo que hace el Estado desalienta esas inversiones que hacen falta?
–Yo creo en la interacción y en la colaboración con los estados. Es común en Europa y es imprescindible en los países en desarrollo.
–¿Y la inflación? ¿No es un límite?
–La inflación se arregla con inversión. Todos los demás parches duran poco. Es una regla que rige para todas las economías. Incluso en las economías planificadas, no capitalistas, los precios suben cuando escasea un producto. Por eso lo que hay que combatir es esa escasez, y eso se logra invirtiendo. No soy partidario de los remedios ortodoxos contra la inflación.
–La inversión puede servir contra la inflación en el mediano plazo, pero ¿puede sostenerse el nivel actual y volver al crecimiento?
–Tal vez haya ahora una necesidad adicional frente a otros problemas, y eso requiera más inversión. Pero insisto en que la solución pasa por ahí.
–¿Qué opina del embate judicial de la justicia neoyorquina y los fondos buitres contra Argentina?
–El fallo me pareció improcedente. Juzgar a priori una situación por lo que se puede llegar a dar a partir de declaraciones de funcionarios me parece improcedente. Es algo que los jueces no deberían hacer.
–¿Y cómo evaluó la reacción del Gobierno?
–Me parece bien el contenido de la apelación. Creo que el Gobierno no debe desnudar su estrategia. Hay que responder en los términos legales que se plantean y demostrar que no hay ningún capricho detrás, que el país tiene capacidad y voluntad de pago, como quedó claro con el canje.
–¿Puede terminar impactando esta crisis en la economía real?
–Hoy el circuito comercial está al margen del tema de la deuda pública, por suerte. Pero mejor resolverlo.
Periodista: Alejandro Bercovich para DiarioBAE
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