sábado, 1 de diciembre de 2012

BUITRES Y PERONISMO, EDUARDO BLAUSTEIN, OPINION

Buitres al norte, peronismos al sur
Por Eduardo Blaustein

El fallo del juez Griesa defiende los intereses usurarios de los holdouts, perjudicando incluso a los sectores financieros que acordaron la quita y el pago de su deuda con la Argentina. Es un ejemplo peligroso que desalienta este tipo de acuerdos en los países europeos hoy afectados por la crisis.

El insólito fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa es un indicio de lo descalabrado que está el mundo, un ejemplo de la ausencia de sentidos y sistemas que lo gobiernen de modo coherente o previsible y parece querer obligar a la Argentina a retroceder en el túnel del tiempo en dirección a sus peores años recientes: aquellos en los que se esperaba casi con terror el desembarco de misiones extranjeras que levantaran o bajaran el pulgar respecto de nuestra "viabilidad" como Nación. Que el litigio con los fondos buitres se sustancie en Nueva York es otra consecuencia, la enésima, de las infinitas pérdidas de soberanía sufridas por el país. La arquitectura jurídica construida durante el largo ciclo neoliberal continúa limitando la capacidad argentina de autogobernarse.

Los abogados que representan al Estado nacional ya apelaron el fallo de Griesa pero el resultado es incierto. La posibilidad de que un conjunto ultraminoritario de abogados y lobbistas feroces puedan impedir que Argentina siga pagando su deuda, como se venía haciendo tras los exitosos canjes promovidos por el kirchnerismo, implica un horizonte de incertidumbres que parecían haber quedado atrás. Incluso opositores acérrimos del oficialismo cuestionaron el fallo de Griesa y no es para menos porque ese fallo puede paralizar la continuidad de los pagos de la deuda y puede tener impacto mundial. El planeta continúa sumergido en una crisis profunda y muchos analistas anticipan que de esa crisis difícilmente pueda salirse sin que algunos países, comenzando por los del sur europeo, reestructuren sus deudas asfixiantes. ¿Cómo podrán reestructurarlas tras el fallo, si toda negociación podrá estallar por los aires el día que un fondo buitre vaya por los márgenes iniciando un pleito legal?

El fallo del juez de Nueva York es otro ejemplo abusivo de que los Estados nacionales (mal conducidos por gobiernos temerosos, más atentos a las presiones de los sectores financieros que a las demandas de sus sociedades) no tienen nada que hacer en un mundo sin brújula. Griesa ni siquiera espeja los intereses dominantes de la globalización financiera, defiende los intereses de los peores usureros del ya de por sí oscuro mundo de las finanzas, los fondos buitres. Menos de un 7 por ciento puede impedir que el 92 por ciento que aceptó la reestructuración cobre sus acreencias.

Señales de vida

Tras el último cacerolazo y el paro-por-cortes del 20N dos espacios políticos dieron señales de querer volver a la vida política. El radicalismo lo hizo designando por primera vez en su historia a una mujer, Lilita Puig, esposa de un conocido referente alfonsinista en los 80, Adolfo Stubrin, al frente de la Convención Nacional. El Stubrin más conocido, Marcelo, fue designado representante radical ante la Afsca, en una movida interesante ya que se creía que la candidata sería Silvana Giudici, quien durante el debate por la Ley de Medios se dedicó a defender la postura de las corporaciones mediáticas. Lo que los radicales siguen pateando hacia delante es el tema de sus alianzas, pero cada vez queda más claro que la apuesta será a confluir con el FAP y no con el macrismo. La posibilidad de liderar cualquier confluencia política es complicada para la UCR, entre otras razones porque el FAP se llevó el segundo puesto en las últimas elecciones.

También el FAP intenta un difícil proceso de homogeneización de su compleja interna y de interpelación a la sociedad. Es saludable que una fuerza política intente relanzarse y cohesionarse, pero aun así es asombroso el nivel de abstracción del mensaje de Hermes Binner como líder consagrado de su espacio. El ex gobernador de Santa Fe habla de un cambio sin precisar a qué cambio se refiere. Su apelación en el acto del FAP fue por la negativa antes que por la propositiva, sumando lugares comunes: "No queremos una Argentina del relato único, de la reforma constitucional, de la inseguridad, la corrupción, la impunidad y la hiperinflación", alcanzó a decir Binner. Si es por relato único en la Argentina felizmente hay una diversidad de relatos posibles, aunque cargados de demasiados blancos y negros. Si es por la reforma constitucional, el kirchnerismo parece haber arriado las velas de la reelección. Hay inflación, pero no híper.

Los veinte peronismos

El kirchnerismo afronta un escenario bastante más complejo que un año atrás pero sigue siendo la fuerza política más potente. Los otros peronismos son un muestrario de precariedades. José Manuel de la Sota no despega ni en su provincia como presidenciable. Francisco de Narváez parece obligado a repetir la alianza con el macrismo, experiencia que antes no tuvo un desenlace feliz. De Hugo Moyano hay que recordar que ya fracasó dentro del PJ bonaerense cuando reemplazó a Alberto Balestrini, tuvo entonces la oportunidad de iniciar una construcción política y terminó enemistándose con una serie de intendentes por someterlos a presiones por el manejo de la recolección de la basura.

Daniel Scioli es una figura fuerte para eventuales salidas del escenario actual de cara al 2015, pero el futuro no está definido. Incluso si el oficialismo no consiguiera instalar un sucesor de Cristina con fuertes posibilidades de ser electo, Scioli podría ser la referencia de una apuesta kirchnerista a futuro, acaso un Scioli condicionado por la fuerza institucional, política, social y cultural que más que previsiblemente conservará el kirchnerismo. Durante años el establishment, con creciente irritación y bastante de resignación, apostó a una ruptura de Scioli por derecha. Parece más que improbable que ocurra antes de las elecciones de 2013. Es que aun con un perfil bastante más conservador que el kirchnerismo puro, Scioli no deja de tener atributos peronistas. Pero también porque por prudencia y conciencia el bonaerense sabe que, cualquiera sea el escenario futuro, en una Argentina siempre arisca a la hora de ser gobernada, para acceder a la presidencia necesitará todo el respaldo que pueda.

Diario Z


GB

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