martes, 27 de noviembre de 2012

“Tenían la pretensión de que el mundo del trabajo les pertenecía”

Primera parte de la entrevista con Maria Ester Rapalo, autora de Patrones y obreros, la ofensiva de la clase propietaria 1918-1930 (Siglo XXI), donde explica las relaciones entre la Asociación del Trabajo, la Liga Patriótica, la Iglesia Católica y el diario La Nación.
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APU (Por Juan Ciucci): ¿Por qué se llamaba Asociación del Trabajo?


María Ester Rapalo: Lo que investigo es una organización patronal que se forma específicamente al año y medio de haber asumido Yrigoyen el poder. Se llama Asociación del Trabajo (AT) porque reúne a los representantes más importantes del Capital que tenían la pretensión de que el mundo del trabajo, les pertenecía. Ni el Estado, ni los sindicatos, ni el Parlamento podían  poner un límite a la voluntad de explotar de las patronales. Su programa se sintetiza en lo que se llama libertad de trabajo. Los socialistas, los sindicatos, la izquierda en general,  le llamaban asociación del trabajo ajeno, por esto de que para ellos los trabajadores eran algo así como patrimonio.
Por libertad de explotación o de trabajo, ellos pretendían fijar salarios, condiciones laborales, horarios de duración de la jornada, es decir, decidir ampliamente sobre las posibilidades de explotación. Además pretendían que el Estado operara como refuerzo de esa voluntad, o sea que, reprimiera cuando la patronal encontrara resistencia y obviamente la resistencia la encontraba en los sindicatos. Una cosa que me interesa remarcar para caracterizar esta burguesía argentina y extranjera, modificada aquí en la AT, es que ellos no visualizaban la posibilidad de una revolución social, lo que realmente no estaban dispuestos a tolerar era la existencia de sindicatos y de un gobierno que reconociera como legítimas ciertas reivindicaciones obreras.


Para que se entienda por qué esta organización, este despliegue de violencia que hicieron; es que con Yrigoyen habían conseguido los marítimos y después los estibadores de los puertos, el monopolio de la contratación. Es decir, les había  quitado a la patronal la principal herramienta para manejar a los trabajadores que era la libertad de contratar y despedir, lo opuesto al sindicato. Estos sindicatos, a partir de ese fortalecimiento que le concede el mismo gobierno, a través de sus luchas pero el gobierno arbitra, incluso, saca los decretos de oficialización de contratación de esta mano de obra en los puertos. A partir de esos momentos, estos grupos de trabajadores organizan a otros trabajadores, tanto los mensúes de Misiones hasta los trabajadores de la Patagonia.
Hay que pensar que esta era una economía agro-exportadora, por lo tanto, los puertos y los ferrocarriles eran fundamentales. El tener este poder sobre los puertos, fijate que los marítimos atraviesan desde el Mato Grosso, desde el sur de Brasil hasta Tierra del Fuego, además de los ríos. Ellos iban organizando a trabajadores, primero en los puertos y después la organización se iba extendiendo hacia el interior del país. Eso es muy claro verlo en las zonas cerealeras que pasan de la organización de los puertos de los pueblos a la organización de los trabajadores agrícolas.
APU: Me interesaba lo que decías respecto a que ellos no pensaban que había una posibilidad de una revolución social pero sí lo decían, como que hay una diferencia entre lo que discuten adentro y lo que discuten afuera.


MR: Es cierto eso, porque una ventaja que te ofrece trabajar desde adentro, desde los propios materiales de ellos, desde las actas donde sintetizan los discursos, las opciones, los temores, no hablan de revolución. Esto de la subversión y demás es un discurso más bien para amedrentar al gobierno y movilizar a las clases medias, cosa que hacían a través de la Liga Patriótica, que fue creada por estos mismos patrones de la AT. Eso les permite operar políticamente sin haber tenido votos, entonces, ellos movilizan con el argumento de que la Patria está en peligro y que es atacada por subversivos extranjeros, cosa que uno se da cuenta que es un absoluto disparate.

Los mensúes de Misiones, a los que atacaron de una manera brutal, eran argentinos, ni siquiera eran paraguayos. Gran parte de la clase obrera ya era argentina en esta época. Eso de los extranjeros, son argumentos ideológicos.
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APU: ¿Nos puede comentar la articulación entre la AT, la Liga Patriótica y la Iglesia Católica?

MR: Esa es una de las cosas que aparecen abiertamente y uno lo ve a través de la presencia de los mismos personajes. Los directivos de la AT son directivos de la Liga Patriótica y han sido y siguen siendo directivos de la Iglesia Católica. Un directivo muy importante es Santiago O’Farrel que fue presidente del círculo católico más importante a principios de siglo.
Es representante de los ferrocarriles ingleses en la asociación del trabajo, es uno de los fundadores de la Liga Patriótica y es miembro de una especie de ejecutivo de la Iglesia Católica popular argentina. Otro personaje que, para mí es muy importante como articulador de estos tres espacios, es el Dr. Lorenzo Anadón que había sido ministro de economía en 1913 y 1914 y que es miembro de la AT, vicepresidente primero y  después presidente del directorio de La Forestal, presidente de los Círculos de Obreros Católicos, presidente de la Unión Popular Católica Argentina. Obviamente cuando uno ve estos personajes que ocupan cargos directivos, no son simples miembros, son los que toman las decisiones. La ofensiva en La Forestal fue muy dura, la fuerza que le podía ofrecer privadamente la patronal era suficiente para reprimir en la zona de Santa Fe, 1.800.000 hectáreas, el 12 % de la Provincia de Santa Fe. La Forestal pidió al gobierno provincial, la formación de una gendarmería volante que es un cuerpo armado, de caballería, lo organizó la gobernación pero lo financiaba la empresa y ésta disponía libremente.

Era una fuerza brutal porque estaba organizada por delincuentes comunes sacados de las cárceles. A eso se le sumó, organizado directamente por la patronal, su propia fuerza de choque que se llamaba Liga Patriótica. Me interesa remarcar esto, que la patronal armaba su fuerza de choque y necesitaba militares, especialistas en el discurso patriótico o nacionalista que organizara las privadas dentro de cada empresa, y además, que entrenara a las fuerzas militares. Todo eso realmente hizo La Forestal.
APU: Otra pata de esta articulación que analizás es el papel que juega el diario La Nación.
MR: Lo que veo es que a partir del año 18 se van realineando las fuerzas conservadoras, es decir, naturalmente eran aliadas pero lo que uno ve es que la alianza se consolida, que define formas de operar conjunta. La AT crea a principios del año ´19 la Federación Gráfica, que reúne a los principales diarios e imprentas del país, lo que se llama “la prensa burguesa”. Porque La Vanguardia, que era el diario socialista, era muy importante, sacaba más de 50 mil ejemplares diarios. La Federación Gráfica organiza a las patronales e inmediatamente lanzan el lock out de la prensa y de las imprentas. La prensa era el único medio de difusión masiva, durante 15 días dejaron a Buenos Aires sin estos diarios, pero La Vanguardia siguió saliendo porque obviamente tenía su propia imprenta. Otros diarios que no tenían imprenta propia no pudieron salir aunque no se sumaran al boicot.
Yo seguí al diario La Nación día a día, como también seguí La Vanguardia. La nación oficiaba más abiertamente como vocero de esta clase social. Eran miembros de la clase social, miembros fundadores de la Liga Patriótica. Mitre, Paz, del diario La Prensa que eran los diarios más importante y después se incorporan a la AT a través de la Federación Gráfica y empiezan las operaciones para desestabilizar al gobierno que son muy fuertes entre el año ´19 y ´21.
El lock out al puerto de Buenos Aires entre febrero y marzo del ´19, el lock out de la prensa en junio del mismo año, la amenaza de lock out en el comercio y la industria en toda la Capital federal por tiempo indeterminado que lo lanzan el 8 de mayo de 1919. Es decir, una atrás de la otra. Insisto con el diario La Nación porque leía el informe sobre la AT que publicaba, las reuniones, las asambleas y a los 10 días salía el boletín de servicios de la AT y decía exactamente lo mismo. La Nación lo reconocía, decía que tenía un informante que era el secretario general, Dell’Oro Maine que fue Ministro de Educación de la Libertadora, quién les mandaba las gacetillas sobre las asambleas y las presiones que habían decidido implementar. La Nación lo publicaba, cuando salía el boletín de servicios, me encontraba con el mismo texto, más claro imposible
Segunda parte de la entrevista: “Los lock out a Yrigoyen son muy parecidos a las operaciones del 2008”

GB

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