viernes, 23 de noviembre de 2012

SOBERANIA O BUITRES

Es una burla cruel
El fallo del juez Griesa que le da la posibilidad a fondos buitre de pasar por encima de las atribuciones de un Estado soberano, es una burla cruel.

Por Martín Raposo

La existencia de esos fondos se hizo posible por la reestructuración del sistema financiero internacional hacia mediados de los años ’70.

Desde esa época se fueron desregulando poco a poco todas las actividades financieras, lo que permitió, entre otras cosas, la desintermediación, es decir la participación directa en él de inversores institucionales: fondos de pensión, hedge funds –fondos de cobertura de carácter especulativo, denominados también fondos buitre porque se alimentan de la carroña de títulos en caída o en default–, y otros similares, por fuera, aparentemente, del sistema bancario. Esos fondos incorporaron en sus negocios riesgosos activos financieros y potenciaron el accionar de la especulación, como implica el de comprar bonos por centavos y después pretender cobrarlos a su valor nominal.

Otra operación promovida por los fondos especulativos y el sistema bancario fue el negocio de la subprime, donde se colocaron hipotecas en el mercado inmobiliario a individuos que no tenían la suficiente capacidad de pago (camufladas luego en títulos financieros) hasta que el derrumbe de esa cadena ficticia constituyó el detonante en 2007 de la primera gran depresión de este siglo, no menos grave que la de los años ’30 del siglo pasado. En este caso, se crearon gigantescas deudas soberanas y privadas, cuyo ránking encabeza ampliamente los Estados Unidos, el mayor deudor del mundo. Ya lo decía hace más de 25 años Charles Kindleberger, uno de los más destacados especialistas financieros internacionales: el problema más grave con que se enfrenta la economía financiera mundial no es la deuda del Tercer Mundo “sino la balanza de pagos de EEUU, con grandes déficits que continúan en declive [a lo que se agregan] cuantiosos déficits federales.”

En tanto, en la Argentina, desde la última dictadura militar hasta los Menem o de la Rúa, no sólo se creó un endeudamiento externo impagable sino que también se violó impunemente nuestra soberanía monetaria, bien establecida por la doctrina Drago, atando esa deuda en dólares a tribunales extranjeros. Para superar el default en que cayó la Argentina con la crisis del 2001-2002, por hacernos creer falsamente que un dólar valía un peso, se realizaron dos canjes de deuda e incluso se pagó la totalidad de la que se tenía con el FMI. Pero parece que la buena conducta en este sentido, que además permitió la recuperación de nuestra economía, no basta. Hay que dar una lección a todos los países con deudas soberanas para que no incurran en reestructuraciones que impiden lo que verdaderamente les interesa a los acreedores: cobrar los crecientes intereses y amortizaciones de una deuda eterna, que es como vivir con una renta permanente de por vida. Por lo menos, hasta que los “indignados” españoles, griegos o de otros países afectados no obliguen por la fuerza a sus respectivos gobiernos a parar con las políticas de ajuste y seguir el camino argentino, estas tareas de disciplinamiento de los poderes financieros internacionales, como el que intentan castigando nuestra buena voluntad, van a seguir por largo tiempo.

23/11/12 Tiempo Argentino
GB

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