jueves, 15 de noviembre de 2012

CLARIN SACADO....

Hablemos de un ejemplo visto ayer, en otro escenario, también vinculado con el 7D.

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El titular de la Agencia Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) dio una conferencia de prensa. Martín Sabbatella anunció cuáles son los grupos que deben adecuar su patrimonio a las reglas antitrust de la LdSCA. Transparentó así cuál es el “mapa de medios” que maneja la Afsca. La información, más vale, suscitará discusiones, señalamientos, críticas. Sabbatella puso las cartas sobre la mesa y abrió el juego a los periodistas asistentes. Quienes, se supone, “quieren preguntar”. Muchos lo hicieron, un puñado de ellos, en especial los ligados al Grupo Clarín, eligieron un estilo agresivo y descalificante. Uno acusó a Sabbatella de decir “mentiras” y falsear el contenido de la sentencia de mayo de la Corte. Sabbatella le pidió que moderara el lenguaje, el cronista prefirió gritar más fuerte. Su acusación era falaz: decía que el Gobierno había desoído la sentencia cuando estableció el 7D para que todos los grupos mediáticos, Clarín incluido, presentaran su adecuación. El titular de la Afsca le explicó que la prórroga concedida a los restantes concesionarios fue una medida del organismo tendiente a evitar que Clarín sacara más ventaja de la pausa que había obtenido en Tribunales. Si los demás, en general mucho más chicos, debían adecuar “antes”, crecería la desproporción con el jugador más grande. La idea fue mantener un grado de equidad. El cronista le enrostró a Sabbatella que la sentencia no decía eso, que mentía. Sabbatella le reiteró, con paciencia de monje tibetano aunque con firmeza, que efectivamente ésa fue una decisión ejecutiva. El periodista siguió gritando, se fue a su medio e insistió en su versión. Gritó, no escuchó, luego distorsionó.

El funcionario siguió contestando, la conferencia se prolongó por más de una hora. Ciertas preguntas revelaban desconocimiento notable del tema. Una corresponsal del The New York Times inquirió por el diario Clarín y la empresa Papel Prensa. Sabbatella replicó lo obvio: nada tienen que ver con la ley, como el nombre y el contenido de ésta lo indican. La anécdota tiene su miga porque el funcionario, que ha sido muy abierto con la prensa, recibió a los corresponsales extranjeros semanas atrás. Ante sus recurrentes preocupaciones por los diarios, les detalló que en nada los implica la LdSCA. El error de la corresponsal es inducido cotidianamente por la propaganda del Grupo Clarín, que machaca sobre los efectos sobre el diario homónimo.

Otro sambenito de esa propaganda es que “la Justicia” está interviniendo porque la LdSCA “no es tan justa” (sic) o porque viola derechos esenciales. No hay tal. Los Tribunales no están actuando de oficio, sino a petición de parte. Un grupo económico demanda, se abre un expediente, ocurre en cualquier burocracia estatal. Suponer que toda demanda iniciada prueba la razón del reclamante es un dislate, si se pone así. Sabiamente aderezado, ante una platea atenta o ansiosa de no entender, es otro precio.

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El per saltum es ley, el 7D se acerca con pleno apego a otra norma. No habrá, de parte del Estado, desembarcos, apagones, expropiaciones, cierres de fuentes de trabajo. Así lo prometió, por enésima vez, Sabbatella. Clarín, que tiene sus fichas puestas a una nueva medida cautelar, seguramente hará una guerrilla de nuevos reclamos ante cada paso administrativo.

Diputados opositores adujeron que el per saltum será recordado como la “Ley Clarín”. Habrá que ver. Eso sí, “Ley Clarín” ya hubo. En la etapa dorada del bipartidismo: el multimedios salió favorecido y pagaron la factura millones de personas de a pie. Altri tempi, que algunos añoran.

mwainfeld@pagina12.com.ar

15/11/12 Página|12

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