viernes, 7 de septiembre de 2012

MAS TECHINT


El mandato de CFK concluye en diciembre de 2015, por eso la mandataria se preguntó ayer “si el país está tan mal: ¿qué pasará en 2016 y 2017, que se van a volver competitivos? ¿Querrán salarios de trabajadores a un tercio o a la mitad de los que tienen ahora?”. “Nosotros defendemos el poder adquisitivo de los trabajadores e indirectamente los estamos defendiendo a ellos: porque pueden vender en Argentina cosas a un precio más alto que el que pueden vender en el mundo”, sostuvo.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fue el primero en responderle a Techint y ayer se sumó el secretario de Política Económica, Axel Kicillof. “El que perdió el rumbo es Rocca. No sólo no mira los números de la economía, sino los de su propia empresa”, afirmó el viceministro de Economía y director del Estado en Siderar, en referencia a la destacada rentabilidad del grupo. De Vido le había pedido anteayer a Rocca que sea “más medido” en su pedido de competitividad, teniendo en cuenta que maneja una empresa “monopólica”. Mauricio Macri sintió la necesidad de intervenir en la disputa y ayer dijo que las palabras del ministro eran “una frase mafiosa”. “El defiende a la patronal y yo a los trabajadores”, le devolvió De Vido.

Entre la burguesía nacional, los reclamos por mayor “competitividad” han sido históricamente un eufemismo para la devaluación o la depresión salarial. Durante su intervención, la Presidenta recordó que, a lo largo de su historia, Techint contó con la colaboración de los recursos del sector público, desde medidas de protección comercial hasta subsidios, elementos que hoy todavía están presentes. “No nos molesta que las empresas tengan rentabilidad, pero es muy distinto cuando esos resultados se deben a una posición dominante, subsidios y la protección del Estado en lugar de inversión en investigación y desarrollo”, advirtió la mandataria.

Asimismo, CFK recordó que Techint “compró a precio de chatarra las instalaciones de Somisa”, operación que se realizó durante el auge privatizador de los años ’90, donde personajes como Jorge Triaca y María Julia Alsogaray tuvieron un rol central, y que también contó con el respaldo de la conducción de la UOM. En la actualidad, a través de sus principales activos –Tenaris y Siderar– el grupo que encabeza Rocca detenta una posición oligopólica en la actividad siderúrgica.

Al momento de la privatización, Techint pagó solamente 152,1 millones de dólares por Somisa –140 millones de dólares en efectivo y el resto en títulos de la deuda pública– cuando la intervención había estimado un valor teórico de 450 millones de dólares y la consultora contratada para su tasación lo elevó a un máximo de 750 millones. Con la compra, Techint se apropió de un stock de producción superior a los 130 millones de dólares, por lo que el monto efectivamente desembolsado se redujo de manera significativa. Ese negocio le permitió a la firma una integración vertical y obtener una posición oligopólica en la industria siderúrgica junto con Aluar, que produce otro tipo de laminados de acero, sin competir con Siderar.

“Techint tiene el monopolio de la producción de chapa para la fabricación de autos, de alimentos y de productos de la línea blanca, no puede hablar de falta de competitividad”, enfatizó De Vido y agregó que las actividades de la firma multinacional están “fuertemente protegidas por la política arancelaria y de cambio administrado que lleva adelante el Gobierno”. “Quieren bajar los salarios con represión salarial o una megadevaluación”, advirtió Kicillof.

07/09/12 Página|12

GB

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